Rajoy recrimina a Zapatero la "estulticia" de enemistarse con la Iglesia y con EE UU
El líder del PP reivindica que la debilidad de ETA obedece a las reformas legales del PP
La clausura del XI Congreso del PP del País Vasco, que ayer eligió a María San Gil como nueva presidenta en sustitución de Carlos Iturgaiz, fue utilizada por Mariano Rajoy para dos objetivos. El primero fue lanzar sus mensajes preferentes para la precampaña en la que San Gil competirá como candidata a lehendakari. El segundo, y más aplaudido, fue denostar a "un Gobierno que está sólo en la foto", el de José Luis Rodríguez Zapatero: "Sólo en la foto y en la sonrisa tonta detrás de la cual empieza a vislumbrarse la estulticia". Esa necedad queda demostrada, según Rajoy, en que "el Gobierno ha elegido como enemigos a la Iglesia, a los católicos, a EE UU y a los jueces".
Los reproches de Rajoy a la "irresponsabilidad", "falta de ideas" y "sonrisa tonta" del Gobierno socialista ocuparon los últimos minutos de la clausura de un congreso regional que vio llorar a su presidente saliente, Carlos Iturgaiz. "Habéis logrado que haga lo que no quería. Le dije esta mañana a mi mujer: 'Seguro que no lloro", se disculpó Iturgaiz ante los populares vascos después de que Carmelo Barrio, su secretario general, le brindara una emotiva despedida. Dio su argumento para ceder el puesto a María San Gil: "Yo siempre dije que quien iba a ser candidata a lehendakari tenía que ser también presidenta del PP vasco".
El arranque de la campaña para lanzar a San Gil como candidata a lehendakari empezó, de hecho, ayer mismo. Rajoy detalló los dos ejes en los que el PP basará su oferta a los votantes vascos: la defensa del Estatuto de Gernika, tal como está, sin reforma alguna, y la reivindicación de la lucha contra ETA como "primera prioridad y seña de identidad" del PP.
Esa vindicación llegó al punto de reclamar como éxito propio la actual debilidad de ETA: "Reformamos leyes y nos anunciaron catástrofes porque estábamos irritando al dragón. El tiempo ha demostrado que las cosas se hicieron bien, que ETA lo está pasando mal y que ningún vaticinio de los agoreros se ha cumplido", proclamó Rajoy. Y ahora, subrayó, "ETA está cada día peor" y sus dirigentes "se dan cuenta de que el asesinato y la bomba no sólo no mejoran sus previsiones sino que las empeoran". Por eso, relató, "escriben cartas en la cárcel en las que cuestionan su propia actividad criminal".
Indeciso y vacilante
Esa lucha contra ETA, continuó Rajoy, "funcionará bien con el PSOE si éste tiene las cosas claras. Pero no podrá funcionar si el Gobierno de España se muestra indeciso, vacilante, o, como consecuencia de su debilidad política, se ve obligado a ceder ante el PNV".
El líder del PP dio enseguida por hecho que el PSOE cederá ante el PNV: "No quieren irritar al PNV, y si antes su eslogan era 'Patxi, lehendakari', ahora es 'Patxi, vicelehendakari". Es decir, Rajoy dio por hecho que el PSE-PSOE que lidera Patxi López quiere formar parte del futuro Gobierno vasco con un lehendakari del PNV.
La próxima contienda electoral en el País Vasco no tendrá, pues, la coincidencia entre los dos partidos constitucionalistas que marcó la contienda de mayo de 2001. No la tendrá, según Rajoy, porque el PSE prefiere el acercamiento a "un nacionalismo que está en una carrera hacia una meta inalcanzable, hacia el infinito". Y el PP se ofrecerá "como alternativa en esa carrera que no resiste ningún análisis racional" y con la defensa "del Estatuto, no de una reforma del Estatuto".
El PP no irá de la mano del PSOE en las próximas elecciones vascas porque los socialistas, según Rajoy, "no saben lo que quieren, no se ponen de acuerdo entre ellos, no son claros y no quieren coincidir con el PP". Todo esto, a su juicio, le ocurre a los socialistas vascos y al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, hacia quien Rajoy lanzó sus más ácidas invectivas: "España tiene hoy un mal Gobierno y esto es un hecho objetivo", clamó en medio de los aplausos de su militancia.
Rajoy siguió con su ataque: "Tenemos un Gobierno que sólo se ocupa de la propaganda; un Gobierno que ha elegido como enemigos a la Iglesia, a los católicos, a los Estados Unidos y a los jueces. No sé si esto les da votos, pero es de una enorme irresponsabilidad".
Tal "elección de enemigos" por parte del Ejecutivo de Zapatero tiene, en opinión del líder del PP, "el propósito de encubrir sus propias carencias, su falta de ideas y su incapacidad para gobernar". Su resumen de esta situación es que el Gobierno "está sólo en la foto y muchas veces en la sonrisa tonta detrás de la cual empieza a vislumbrarse una insuperable estulticia". Tras tildar así a Zapatero de necio, Rajoy afirmó que él "hará una oposición responsable" y estará "disponible para sustituir al Gobierno cuando los ciudadanos lo decidan".
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