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La agonía de Arafat en París desata la tensión entre israelíes y palestinos

El Gobierno de Sharon asegura que no permitirá su entierro en Jerusalén

El presidente palestino, Yasir Arafat, agonizaba anoche en la unidad de cuidados intensivos de un hospital militar a las afueras de París. En un día de gran confusión, con noticias contradictorias sobre su muerte y desmentidos sucesivos, lo cierto es que el rais, de 75 años y símbolo de la lucha palestina contra la ocupación israelí, entraba en una situación de gran deterioro. Algunas fuentes hablaban de muerte cerebral. La situación de Arafat desató la tensión entre israelíes y palestinos, que se enfrentan sobre el último destino del líder. El Gobierno de Ariel Sharon se niega a que sea enterrado en Jerusalén, como él desea.

Arafat fue trasladado en la noche del miércoles a la unidad de cuidados intensivos del hospital militar en el que estaba ingresado. Según algunas fuentes, había entrado por tercera vez en un coma, del que esta vez no salió. Por la tarde, tras las noticias confusas que aseguraban y desmentían que estaba en coma, la televisión israelí anunció su muerte clínica. El propio presidente luxemburgués, Jean-Claude Juncker, anunció en Bruselas su muerte. Tuvo que desmentirlo después de que un portavoz del hospital militar afirmara que aún vive, aunque su estado se va deteriorando. El presidente de Francia, Jacques Chirac, le visitó en el hospital.

El entorno de Arafat intentaba ganar tiempo para preparar las consecuencias del desenclace, incluido su traslado a territorio palestino. Mientras la Autoridad Palestina reivindica su entierro en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, el Gobierno de Ariel Sharon lo rechaza y sugiere su sepelio en Gaza. El ministro de Defensa colocó al Ejército en situación de alerta en previsión de grandes manifestaciones y disturbios en contra de esta decisión israelí. "Mientras yo sea jefe del Gobierno, Arafat no será enterrado en Jerusalén", dijo Sharon.

En los territorios, mientras tanto, los palestinos aguardaban en silencio, con la vista puesta en las televisiones, la noticia del desenlace. El primer ministro, Ahmed Qurei, intenta forjar con todas las fuerzas políticas un gran pacto para iniciar la transición y evitar los conflictos entre los clanes.

Un chico palestino pasa frente a varios carteles de Yasir Arafat en una calle de Gaza.
Un chico palestino pasa frente a varios carteles de Yasir Arafat en una calle de Gaza.ASSOCIATED PRESS

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