Cinco comunidades han regulado ya el testamento vital

Sólo cinco comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Extremadura, Navarra y el País Vasco) han completado la regulación del testamento vital desde que en noviembre de 2002 se aprobara la Ley de Autonomía del Paciente, según un estudio presentado por la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Servicios de Salud (Asusalud).

Este documento (llamado oficialmente de instrucciones previas) se creó para que las personas pudieran dejar por escrito qué tratamientos médicos estaban dispuestas a recibir, si querían rechazar alguno e incluso si se negaban a donar sus órganos en caso de fallecimiento (la ley española establece que todas las personas son donantes potenciales salvo que hayan dado instrucciones de lo contrario).

La Comunidad Valenciana se encuentra en una "situación muy especial", porque no "ha completado" la regulación, según explicó el vicepresidente de la asociación, Jaime Ginés. El resto se divide entre las que "lo tienen en proyecto" (Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha y Murcia) y las que lo mencionan en sus leyes de salud, pero sin desarrollarlo (Baleares, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia, La Rioja y Madrid).

La asociación de usuarios de la salud manifestó que el testamento vital es todavía "poco conocido y utilizado". Uno de sus inconvenientes es que por tratarse de una regulación autonómica, si una persona enferma fuera de la comunidad donde reside, los médicos no tienen acceso a él. Por eso, diversas asociaciones de pacientes han instado al Gobierno central a poner en marcha el registro nacional que prevé la ley.

La redacción de documentos de voluntades anticipadas se considera un seguro para aquellas personas que no quieran verse sometidas a determinados tratamientos cuando enfermen gravemente y no puedan manifestar su voluntad. Es de obligado cumplimiento por parte de los médicos, pero, como recuerda Asusalud, "no puede ser contrario al ordenamiento jurídico". Ello quiere decir que no puede utilizarse para pedir la eutanasia o un suicidio asistido, ya que estas prácticas son ilegales en España.

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