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Entrevista:HANS VAN GINKEL | Rector de la Universidad de Naciones Unidas

"Las universidades deben ofrecer respuestas a los problemas reales"

En su libro La Objetividad y el pensamiento liberal (1968), el intelectual norteamericano Noam Chomsky ya alertó de la preocupante subordinación de sectores académicos -incluido el de las ciencias sociales- a las doctrinas de los gobiernos de turno. En un lenguaje mucho más conciliador, Hans van Ginkel, rector de la Universidad de Naciones Unidas, también reclama a las universidades menos diatribas academicistas y mayor compromiso para buscar soluciones a los problemas reales y urgentes del siglo XXI, como las enfermedades, el hambre o la violencia. Van Ginkel visitó Barcelona a finales de octubre para participar en la Conferencia Internacional de Estudios Superiores, organizada por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

"Se deben redefinir las agendas de investigación y aumentar el compromiso social"
"En 2000 había en el mundo 79 millones de universitarios y en 2020 serán 125 millones"

Pregunta. ¿Qué es exactamente la Universidad de la ONU?

Respuesta. Nació hace 35 años para investigar los diferentes escenarios políticos y para poner en las agendas de las universidades los temas que preocupan a Naciones Unidas, como los derechos humanos, los procesos de democratización o los acuerdos internacionales sobre medio ambiente.

P. Usted que está en contacto con universidades de todo el mundo, ¿hacia dónde cree que debe ir el sistema universitario?

R. Debe dar un giro copernicano y amoldarse a los cambios. La nueva sociedad del conocimiento se está volviendo más y más compleja y la universidad tiene que ampliar sus campos de actuación, porque cada vez hay más perfiles profesionales necesarios. Tiene, además, que otorgar un papel más importante a la investigación, que no debe finalizar en los despachos, sino focalizarse más, tener un objetivo concreto para contribuir al desarrollo real de la sociedad. Por otra parte, estamos viendo que, por suerte, el porcentaje de la población que tiene acceso a los estudios superiores está aumentando de forma sustantiva. Tal como subrayaba el análisis del rector de la UPC, Josep Ferrer Llop, en 1960 había 13 millones de universitarios en el mundo, en 2000 eran 79 millones, y en 2020 serán 125.

P. ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en todo esto?

R. El conocimiento se construye entre muchas fuentes, y ahora es infinitamente más fácil compartirlo. Antes tenías que viajar, o enviar informes sobre tus actividades, pero ahora puedes estar en contacto permanente y compartir información de forma instantánea.

P. ¿Cree que esta situación acentuará la fuga de cerebros de los países en vías de desarrollo hacia las universidades del primer mundo?

R. Es un asunto complejo. La realidad es que los estudiantes de los países en vías de desarrollo que estudian en universidades occidentales y después vuelven a sus países de origen refuerzan la labor de las universidades de allí. Pero otros no vuelven. Hay que impulsar programas que faciliten que los que vienen a estudiar a Europa, por ejemplo, puedan volver a sus países y poder seguir formándose de manera permanente.

P. ¿Cuáles cree que serán los estudios más importantes en el futuro?

R. Puede haber muchas áreas. La sanidad es uno de los aspectos más importantes a desarrollar. Las universidades deben intentar ofrecer respuestas a problemas reales como las enfermedades, el hambre o la violencia social. El crecimiento de las ciudades en los países en desarrollo es otro ámbito de trabajo para el futuro. Actualmente, el 50% de la población mundial vive en áreas urbanas, y se calcula que en 2015 será el 75%. Y muchas ciudades aún tienen infraestructuras coloniales de siglos pasados. Parece que muy pocos estudian o analizan, por ejemplo, los cambios necesarios en materia de transporte para servir a esta nueva población, para que pueda vivir en condiciones.

P. Hay mucho trabajo por hacer.

R. Ciertamente. Las universidades deben ponerse al día. Deben redefinir sus agendas de investigación y aumentar su compromiso social. Es una cuestión de ética.

Hans van Ginkel, durante su visita a Barcelona.
Hans van Ginkel, durante su visita a Barcelona.CONSUELO BAUTISTA

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