Rajoy pide que el Constitucional opine sobre la Constitución europea antes del referéndum
El líder del PP critica el "sinsentido" de duplicar citas electorales sólo por "ser los primeros"
Mariano Rajoy, líder del PP, reclamó ayer al Gobierno que atienda la recomendación del Consejo de Estado y pida al Tribunal Constitucional un informe sobre si la Constitución europea requerirá o no modificar la Constitución española y en qué grado. El grado máximo, derivado de aplicar el artículo 168 de la Ley Fundamental, conlleva la disolución de las Cortes y la celebración de un referéndum. El Gobierno ha anunciado que convocará para el 20 de febrero el referéndum sobre la Constitución europea y luego pedirá opinión al Constitucional. Rajoy destacó que podría ser necesario un nuevo referéndum y enfatizó el "poco sentido" de duplicar citas electorales sólo por "ser los primeros".
"¿Qué necesidad tiene el Gobierno español en ser el primero en someter a referéndum la Constitución europea?", se preguntó ayer Rajoy en el primer mitin convocado por el PP para pedir el voto a favor de la Constitución de la UE. Y contestó: "Sólo tiene un objetivo: su obsesión por la propaganda". Esa "propaganda" consistirá, según Rajoy, en decir en Europa: "Hemos sido los primeros" en aprobarla.
El problema, advirtió Rajoy, es que ahora "el Consejo de Estado ha dicho que es posible que para aprobar la Constitución europea sea necesario reformar antes la Constitución española", y ha recomendado al Gobierno que pida un informe al Tribunal Constitucional, como prevé el artículo 95 de la Constitución española, sobre el alcance de esa revisión de la Ley Fundamental.
"¿Va a desautorizar ahora el Gobierno al Consejo de Estado, de quien dijo iba a ser la institución básica y capital para la reforma de la Constitución española, o le va a hacer caso y va a dirigirse al Tribunal Constitucional para ver si la aprobación de la Constitución europea implica una reforma de la Constitución española?", se preguntó Rajoy. Relató que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero "ha dicho que primero vamos a votar la Constitución europea, y después ya veremos si hay que votar o no, en otro referéndum, la reforma consiguiente de la Constitución española".
IU pide una consulta previa
Rajoy aseguró que esta posición del Gobierno socialista "tiene poco sentido". A cambio, defendió como "más sensato, equilibrado, razonable y mejor para defender el sí a Europa, ver antes si para aprobar la Constitución europea es necesaria una reforma de la Constitución española". Esto, a su juicio, "sería hacer las cosas con seriedad en lugar de preocuparse sólo por las sonrisas, los abrazos y la propaganda".
Por su parte, el coordinador general IU, Gaspar Llamazares, considera fundamental, según un comunicado difundido ayer, que el Constitucional elabore un informe antes del referéndum. Llamazares consideró inaceptable que la consulta al tribunal se realice tras el referéndum.
La palabra propaganda fue la que utilizó con más profusión Rajoy al repasar, en su mitin de Barcelona, la actuación del Ejecutivo socialista. Jaleado por los aplausos de su público, congregado en el Palau de la Música, afirmó que "el Gobierno se caracteriza por dos cosas: rehusar del pasado sin plantear alternativa alguna y estar obsesionado con la propaganda". En opinión del líder del PP, la primera característica -hacer lo contrario que Aznar- "llevó a Zapatero a rebajar el peso de España en el reparto de poder institucional que había con [el Tratado] Niza pese a que no tenía necesidad de renunciar a los intereses de España".
El cambio de ese reparto de poder es lo que menos gusta en el PP de la Constitución europea. Pese a ello, Rajoy expuso sus motivos a favor de la Constitución de la UE. El primero es que "la Unión Europea se define como una unión de Estados y de ciudadanos". Esto gusta mucho al PP. "Ésa es la doble legitimidad de la Unión", subrayó, para calificarla de "afirmación de modernidad". Rajoy destacó que "la afirmación de la integridad territorial y el respeto a los Estados de la Unión que prevé la Constitución europea es incompatible con la pretensión que tienen algunos de parcelar la soberanía nacional". Es decir, es incompatible con proyectos soberanistas o independentistas. "Eso es ya lo antiguo, lo que nadie quiere, lo que nadie apoya y lo que no tiene sentido", zanjó Rajoy en Cataluña. Y por eso, dijo, el PP pedirá el sí a esa nueva Constitución.
Rajoy concluyó que el PP pedirá el voto a favor porque "no apostar por Europa es ir en contra del signo de los tiempos, es volver al pasado". Y porque el nuevo Tratado recoge "la esencia de los valores del PP", entre ellos la libertad, la Carta de los Derechos fundamentales y la economía social de mercado.
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