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La Generalitat crea un memorial para recuperar la cultura antifranquista

El centro se ubicará en Barcelona y centralizará información sobre la lucha contra la dictadura

Francesc Valls

Desde el final de la Guerra Civil hasta las vigilias del Congreso Eucarístico de 1952, en el Camp de la Bota fueron fusiladas 1.466 personas. En 1992 fue colocada una placa, donde ahora se halla el Fórum, sin cifras. Las fuerzas políticas que padecieron amnesia deliberadamente interesada durante la transición están en disposición de recuperar la memoria casi 30 años después. Una iniciativa del Gobierno catalán prevé la creación del Memorial Democrático: se trata de un centro público que sistematizará toda la información disponible sobre la resistencia antifranquista,cuyos valores reivindicará.

Precisamente el Camp de la Bota o la zona del Poblenou -de reputada tradición obrera anarquista- podría ser una buena ubicación para esta iniciativa impulsada por el Departamento de Relaciones Institucionales, que dirige el ecosocialista Joan Saura. El Memorial Democrático -que inciará sus actividades el año que viene- conjugará exposiciones con una política pública de la memoria que planifique, regule y asesore las actuaciones y decisiones sobre la conservación de vestigios del antifranquismo, la tradición democrática y la permanencia de símbolos de la dictadura, según el informe coordinado por el historiador Ricard Vinyes con las aportaciones de Montserrat Iniesta, Manel Risques, Francesc Vilanova, Pere Ysàs y Laia Aranyó.

Se trata de una iniciativa que que tiene como referente conocido el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), según explica Saura. El objetivo es salvar las lagunas de esa memoria que los partidos de izquierda y democráticos se empecinaron durante años en ignorar.

Como ejemplo de ello, los redactores del informe recuerdan que, año tras año, en la celebración anual del Amical de Guerrillers en el parque de la Ciutadella de Barcelona hubo dos ausencias destacables: la del presidente de la Generalitat y la del alcalde de Barcelona. Eso sí, siempre se excusaron por escrito. Esa prudencia, peligrosamente similar al miedo, ha desaparecido de la escena política en la segunda transición, que se ha iniciado en España tras la derrota del PP. La victoria del tripartito en Cataluña ha coadyuvado a acelerar ese cambio, al que también se ha sumado la tradición antifranquista de Convergència.

"Uno de los objetivos del centro es establecer un puente entre pasado, presente y futuro", afirma Saura. Entre las metas del Memorial Democrático se encuentran un banco de datos de relatos autobiográficos, una base de datos sobre fondos conservados por otras instituciones particulares, un inventario de elementos y lugares significativos de la dictadura, y una biblioteca especializada. A todo ello se tendrá acceso vía Internet y en salas del propio centro. En el edificio habrá, de acuerdo con el proyecto, una exposición permanente que reivindique los valores de la II República y de la lucha antifranquista en todos sus ámbitos, desde las movilizaciones obreras hasta la guerrilla del maquis, pasando por la inevitable cita de la Assemblea de Catalunya.

Una de las primeras iniciativas del centro es el vaciado de todos los sumarios de consejos de guerra -que ya ha comenzado- y la recuperación de datos autobiográficos que constituyan un banco audiovisual. "Hay que iniciar inmediatamente la primera fase de creación de este banco, cuya urgencia viene marcada por la desaparición de testigos por razones obvias de edad", se afirma en el informe elaborado por los historiadores.

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El proyecto también se pronuncia a favor del vaciado de la documentación generada por las 35.000 solicitudes de indemnización de los ex presos políticos. El informe se refiere asimismo a la confección de un registro completo de los deportados a los campos nazis durante la II Guerra Mundial, lo cual exige un acuerdo de colaboración -ya suscrito- entre el Departamento de Relaciones Institucionales y Amical de Mauthausen.

La presentación del proyecto se desarrollará el próximo sábado en el Palau de la Generalitat ante esas organizaciones de resistencia con las que el poder ha tenido una relación esquiva durante años. Joan Saura será el encargado de exponer el proyecto elaborado por los historiadores.El Memorial Democrático que prevé poner en marcha el Gobierno catalán iniciará su andadura con una instalación con motivo de los 30 años de la muerte de Francisco Franco, que se cumplirán el 20-N de 2005. "La instalación combinará diferentes elementos de creación audiovisual que constrasten el pasado con el presente del dictador y la permanencia o no de la tradición política y cultural del franquismo", se asegura en el informe elaborado por los historiadores.

Sin embargo, la exposición estelar será la que llevará por título La transición a la democracia en España y será inaugurada a mediados del 2006. Los promotores de la idea sugieren otra sobre Género y democracia, "a propósito de los procesos de democratización de las relaciones de género en la época contemporánea. Con ello se pretende subrayar que el memorial también tiene como objetivo tratar argumentos de un alcance distinto al de la cronología y el contenido estricto del franquismo, ocupándose también de todos aquellos vinculados a las corrientes profundas del proceso de democratización".

Los 75 años de la II República también serán objeto de trato deferente por el memorial, que constituye una experiencia inédita en España. El único referente existente es el memorial de Gernika, donde se recuerda el bombardeo que la Legión Cóndor efectuó sobre la localidad vizcaína.

Actuación genocida

El hecho es que, 25 años después de la aprobación del Estatut, "Cataluña no cuenta con ninguna institución parecida, a pesar de haber sufrido la destrucción de sus instituciones nacionales, una actuación genocida hacia su cultura y la muerte y la prisión de miles de sus ciudadanos a manos del franquismo", se asegura en el proyecto de los historiadores.

Hasta ahora la actitud del Gobierno catalán ha sido de "simpatía, conmiseración y condescendencia", se dice en el texto de los historiadores, en el que se alaba la actitud del Gobierno argentino. El Ejecutivo de ese país latinoamericano ha creado un museo de la memoria en la siniestra Escuela de Mecánica de la Armada, donde la dictadura militar hizo desaparecer recientemente a miles de ciudadanos. Y eso a pesar de las múltiples tensiones que genera.

Aunque el asunto no forma parte del Memorial Democrático proyectado y no figura articulado al informe, el consejero Joan Saura hace patente su voluntad de que no se oculte en otros foros "a los ejecutados por las patrullas de control" durante la revolución de 1936, a los que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha aludido en diversas ocasiones. La última con motivo del homenaje a Lluís Companys el pasado 15 de octubre.

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