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NOTICIAS Y RODAJES

'Los increíbles' retrata a una familia de superhéroes jubilados

El filme, que se estrena el 26 de noviembre, supera en tecnología a 'Buscando a Nemo'

Qué hacen los superhéroes cuando dejan de pegar tiros, salvar trenes de descarrilamientos inminentes, rescatar gatos inquietos de árboles altos como rascacielos y convencer a suicidas a última hora? Se casan, se convierten en vendedores de seguros y amas de casa, tienen niños e intentan (con suerte dispar) un simulacro de normalidad. De esa rutina heroica trata Los increíbles, la nueva película de animación en 3D, escrita y dirigida por Brad Bird, responsable de Los Simpson, que los magos de Pixar/Disney (Toy story 1 y 2, Monstruos, S.A. y Buscando a Nemo) estrenarán en España el próximo 26 de noviembre.

"El desafío fue inmenso desde el comienzo, porque Pixar nunca había animado figuras humanas", se sinceraban ayer en Madrid Rodrigo Blaas (Granada, 1973) y Carlos Baena (canario de 29 años), dos animadores ("algo así como titiriteros electrónicos", explican) que han participado en este ambicioso proyecto, superior "en tecnología y diseño" a todo lo visto en animación hasta hoy. Cien platós (el triple de los usados por Pixar en sus filmes anteriores), que incluyen selvas, urbes y oficinas; programas especiales de ordenador para dar naturalidad a la piel, el movimiento y la ropa de los muñecos, y una increíble paleta de colores son parte de las novedades. "El reto era lograr que los personajes se vieran creíbles, vivos; que parecieran vulnerables y que el espectador temiera de verdad que si alguno de ellos caía al precipicio podía hacerse daño", precisó Blaas.

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"Cuatro años de trabajo y unas quinientas personas" se han requerido para que los Parr (Bob, tras la máscara Mr. Increíble; Helen, Elasticgirl cuando se pone el traje, y los hijos superdotados de ambos) cobraran vida en la pantalla. Tras 15 años de su retiro (víctima de un Programa de Relocalización de Superhéroes), el matrimonio empieza a sacudirse cuando Bob, que vive soñando con los viejos tiempos, recibe una extraña llamada y la orden de cumplir una misión secretísima. Ilusionado, se calza el traje y... casi no le va por el kilaje adquirido tras el escritorio de la aseguradora en la cual trabaja.

"Esa mirada", sostiene Baena, "se vincula con el estilo Pixar que trama películas para niños, pero con mensajes muy profundos. Nunca hablan de un mundo idílico, sino de seres con problemas reconocibles: juguetes que se preguntan por su identidad; monstruos que tienen miedo; peces con conflictos emocionales, y en ésta, superhéroes con michelines, que envejecen o tienen dificultades para ser padres, madres, hijos". Baena acuerda: "Los increíbles es una película de acción, pero sobre todo es la historia de una familia y sus conflictos para adaptar sus deseos a la rutina". El humor y la capacidad de sorpresa también son claves del filme ("un concepto como el de superhéroes jubilados causa risa por sí solo", dice Baena).

Ambos reconocen que su oficio implica algo "de niño eterno" y que "especializarse en animación es todavía muy difícil en España", a pesar de la "altísima calidad" de los profesionales locales. "La animación ya ha llegado a la mayoría de edad y cuenta historias de cine clase A", afirman, pero en Europa, "por desconocimiento, algunos inversores siguen mirando las 3D con desconfianza". ¿Cambiará? "Sí", dicen a dúo. "Hasta entonces", aseguran, "nos divertimos mucho".

Rodrigo Blaas (a la izquierda) y Carlos Baena.
Rodrigo Blaas (a la izquierda) y Carlos Baena.MANUEL ESCALERA
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