Tortazos tridimensionales

Probablemente los fans acérrimos de la saga lo odiarán. Es lo que tienen los tiempos, que no respetan la nostalgia. El clásico de lucha de SNK, King of fighters, se adecúa al presente hinchándose hasta las tres dimensiones. Parte buena: Iori, Mai y los demás tremendos y tremendas luchadores y luchadoras han sido modernizados por el artista Falcoon, y las tres dimensiones siempre favorecen a los estupendos. Parte no tan buena: a pesar de los guiños a los seguidores de la serie, el paso al mundo tridimensional deja por el camino el encanto de los títulos en dos dimensiones.

Entre los 24 protagonistas también encontramos algunas novedades, como Mingnon Beart, una concesión a la cara más dulzona y femenina de la estética manga. Sí se mantiene la rapidez, los movimientos hiperbólicos y los espectaculares combos que han hecho famosa a la serie.

Especialmente creado para la PlayStation 2, esta versión, que celebra el décimo aniversario del juego, se abre al público ocasional. Lo que quiere decir que sin mucha práctica ni estrategia, aunque con un pulgar impetuoso y algo de voluntad, uno puede infligir bastante daño y dar de chiripa con combos espectaculares. Hay cinco modos de juego entre los que se encuentran las clásicas batallas tres contra tres, o un ciclo de misiones donde hay que ir completando retos como acabar con el contrincante en un número determinado de mamporros o en un tiempo prefijado.

El pack del décimo aniversario incluye un manual de instrucciones que de puro curre casi es un libro y un DVD con un documental sobre cómo se hizo, entrevistas a los productores y demás extras.