El delegado de la Zona Franca de Cádiz alerta de un grave problema de tesorería

La Zona Franca de Cádiz sufre un "grave e importante" problema de tesorería. Según denunció ayer el delegado especial del Estado en este organismo, José de Mier (PSOE), la política del Partido Popular durante los ocho años de mandato, "basada en el uso alegre del dinero público con criterios privados", ha abocado al recinto fiscal gaditano a una "delicada" situación financiera tras perder el pasado ejercicio 2003 más de 17 millones de euros. De Mier anunció que el consorcio se endeudará a largo y medio plazo hasta los 66 millones de euros.

De Mier también advirtió de que cambiará los estatutos de la Zona Franca, dependiente del Ministerio de Hacienda, para que la figura de delegado no "tenga el mismo poder" de antaño y las decisiones fundamentales se adopten, en el futuro, de manera colegiada en el pleno del Consorcio y en el comité ejecutivo.

Los concejales del PSOE con representación en el pleno de la Zona Franca gaditana, Francisco Piniella y Carolina Camacho, instaron a la alcaldesa de Cádiz y presidenta del consorcio de este organismo, Teófila Martínez, a responder a "todas las anomalías" y a exigir responsabilidades a los ediles del PP que representaban a esta formación en el recinto fiscal gaditano en 2003. "Las cuentas deficitarias no dejan de ser una evidencia de la mala gestión del PP por no haber admitido el resultado de las auditorias que alertaron del agujero negro que se estaba produciendo", criticó Piniella.

El pleno del Consorcio del recinto fiscal gaditano aprobó el lunes las cuentas del 2003, que arrojan unas pérdidas de 17.104.000 euros. A estos números rojos se llega, según dijo ayer De Mier, "por una mala, como mínimo, gestión del PP; no en un año, sino en ocho años". En su opinión, esta situación "real de pérdidas" se debe a que la Zona Franca no se ha dotado de "los medios de control suficientes para impedir que se trabaje con cierta alegría". "Hay decisiones que han tomado, como la adquisición de Quality o la creación de Rilco, que nos las habría aprobado un consejo de gobierno", sostuvo De Mier, quien denunció que los anteriores responsables (Manuel Rodríguez de Castro y Miguel Osuna, ambos del PP) "gestionaron lo público con un concepto privado". "Es una barbaridad tremenda porque lo público es público y lo privado es de tu propiedad; y la Zona Franca es pública. Entiendo que hay quien odia la burocracia, pero es imprescindible en la gestión pública para el desarrollo de los dineros", dijo el nuevo delegado.

Para impedir que estas prácticas se reproduzcan en adelante, José de Mier, detalló que dotará al pleno y al comité ejecutivo del Consorcio de la Zona Franca de más poder, en detrimento de la figura del delegado. "No quiero tener el mismo [poder] que tenían los de antes", afirmó, al tiempo que desveló que someterá las cuentas de este organismo al control del Tribunal de Cuentas y de la Inspección General del Estado.

Asimismo, De Mier anunció que la Zona Franca se endeudará hasta los 66 millones de euros en créditos hipotecarios para superar los problemas de tesorería que tendrá en breve para seguir costeando las obras de remodelación del estadio Ramón de Carranza y la construcción de los polígonos industriales en Puerto Real y Algeciras.

Otras decisiones que asumirá la Zona Franca serán disolver Rilco, una sociedad que tildó de "cosa etérea, aire, capricho, utopía y sin sentido". "Ello no significará renunciar al comercio exterior con Suramérica, que haremos con la marca histórica de la Zona Franca, con más de 75 años de existencia", dijo. Asimismo, para Quality Food, que pierde unos 300.000 euros mensuales, buscará socios que la hagan viable.