"El ministerio ha paralizado la ley para acabar proponiendo alternativas parecidas"
Luis Peral Guerra (Madrid, 1950), el único superviviente del equipo regional del anterior presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se ha convertido, al frente de la Consejería de Educación, en uno de los principales arietes de la actual presidenta, Esperanza Aguirre (PP), contra la política del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y, en concreto, contra las reformas educativas que planean los socialistas. Aunque afirma que no es el portavoz de los consejeros de Educación de las comunidades gobernadas por el PP, asegura que sus opiniones son perfectamente asumibles por todos ellos. Para empezar, la Comunidad de Madrid ha presentado un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional contra el Gobierno central por la paralización durante dos años de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE).
"El Gobierno ha dejado el problema del horario de religión a las comunidades"
"El dinero del Estado servirá para reponer el gasto que ya hemos hecho en infantil"
Pregunta. ¿Qué tenía de bueno la LOCE?
Respuesta. Era una ley que daba respuesta a una serie de demandas de los padres y los profesores. Querían que en la educación hubiera más exigencia, más calidad, que se primase más el esfuerzo de los alumnos. Y los profesores querían en las aulas más respeto, más disciplina, alternativas diferenciadas en secundaria, da igual que se les llame itinerarios u opciones, lo cierto es que querían alternativas diferenciadas, flexibles y de calidad. Es curioso que estas palabras, con las que yo defendía los itinerarios, son las que ahora ha utilizado el ministerio en su propuesta de hacer algo parecido a los itinerarios, pero con otro nombre.
P. Pero hay más cosas de la LOCE que permanecen.
R. Hay muchas cosas que vuelven casi con los mismos nombres y los mismos argumentos. Por una parte nos agrada, pero por otra nos preocupa porque el ministerio ha paralizado la aplicación de una ley durante un tiempo para al final acabar proponiendo alternativas parecidas. Un ejemplo: este mes de septiembre se iba a empezar a impartir una lengua extranjera en primero de primaria, y en educación infantil se iba a enseñar a leer y a escribir. En otras regiones esto no está ocurriendo; afortunadamente, en Madrid sí se ha implantado. Pero ahora se incluye en las propuestas de la ministra. ¿Por qué se perjudica a tantos niños durante años si al final se acaba proponiendo? La verdad es que no tiene mucha lógica.
P. Quizá para buscar el consenso que, según el PSOE, le faltaba a la LOCE.
R. Yo no viví el proceso de la LOCE, pero sé que se celebraron cientos de reuniones. Lo que pasa es que en el campo de la educación, como en todos, existen personas con un criterio fundamentalista que consideran que la educación es un coto reservado a la izquierda ideológica, donde, si se entra, hay que hacerlo con mucho respeto, pidiendo perdón y no queriendo cambiar nada. No parece que ésa sea la concepción mayoritaria de los españoles del siglo XXI, que piden más calidad, que se prime el esfuerzo de sus hijos. Muchos creemos que la exigencia es la mejor garantía para conseguir la igualdad de oportunidades.
P. Aun así, hay propuestas que consideran buenas.
R. Es verdad. Por ejemplo,hay una que ya estaba en la LOCE, que es la de una evaluación que no tenga consecuencias para las notas de los alumnos, pero que sí permita a los profesores y a los padres saber a qué nivel de conocimientos y de aprendizaje se ha llegado en ese colegio en particular frente a la media española, y que a la administración educativa le permita tomar medidas de apoyo y refuerzo en su caso. Esto mismo fue propuesto el pasado mes de julio por las comunidades autónomas gobernadas por el PP.
P. Se le ha acusado de un excesivo apoyo a la educación privada: ¿cómo va a utilizar los presupuestos que les dé el Estado para sufragar la gratuidad en la etapa de tres a seis años?
R. En la Comunidad de Madrid conseguimos la gratuidad y la plena escolarización el curso pasado, por lo que ese dinero simplemente servirá para reponer el gasto que ya habíamos hecho en infantil. Yo tengo perfectamente claro que el sistema educativo sostenido con fondos públicos tiene dos pilares: los centros públicos y los concertados. Creo que no hay incompatibilidad entre atender a los centros concertados y dedicar todo el dinero que haga falta, y cada vez más, a los públicos. Por eso nuestras prioridades están absolutamente claras: el 60% de los alumnos [en Madrid] estudian en centros públicos a los que destinamos el 80% de los presupuestos.
P. ¿Cuál es su principal crítica a las reformas que plantea el Gobierno socialista?
R. En general criticamos la degradación de la secundaria. El buen camino es el del esfuerzo, pero ahora ya no se va a repetir curso automáticamente con más de tres suspensos, sino que se deja el tema en manos de los profesores. Ésta es una forma de quitarse responsabilidades y poner a los profesores ante tesituras que no siempre son agradables: plantear a una familia que su hijo tiene que repetir. Hay padres que lo van a aceptar de una forma correcta y razonable y, otros, que no lo aceptarán.
P. Una de sus grandes protestas ha sido por la asignatura de religión
R. En la Comunidad de Madrid el 80% de los padres (el 75% en la pública) quieren para sus hijos la asignatura de religión, según los datos del ministerio, y sin duda quieren que se imparta con calidad, que no se convierta en una asignatura maría. Así se refleja en los tratados firmados con la Santa Sede, con altísimo rango normativo que el Estado está obligado a cumplir.
P. Pero el que quiera podrá seguir cursando religión.
R. Aquí el ministerio vuelve a trasladar el problema a los demás, en este caso a las comunidades autónomas para que determinen en qué horarios se va impartir la religión. Esto puede traer como consecuencia que la religión se ofrezca a unas horas absolutamente inadecuadas: cuando el resto de los chicos estén en sus casas o echando un partidito de fútbol. Es muy inoportuno reabrir asuntos que quedan consensuados en la Constitución. Y esto incluye desde las libertades educativas hasta las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
P. ¿Qué sensaciones le han dejado los encuentros con el ministerio?
R. Para nosotros, como oposición, el formato de la conferencia sectorial es muy cómodo. Pero creo que es mucho mejor que intentemos todos reunirnos con tiempo, con sosiego. La Comunidad de Madrid está dispuesta a dialogar todo lo que haga falta y durante el tiempo que haga falta para lograr que en la educación primen los principios de libertad, equidad y calidad.
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