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Rusia fue el mayor socio comercial de Irak en los siete años de embargo de Naciones Unidas

La comisión que investiga el programa Petróleo por Alimentos revela las empresas que participaron

Rusia y muy por detrás Francia, China y España están entre los 10 países que realizaron más adquisiciones de petróleo iraquí durante los siete años que duró el embargo. La comisión que investiga el presunto fraude en la gestión del programa Petróleo por Alimentos de la ONU acaba de presentar una lista de 4.700 empresas de todos los sectores a las que el régimen de Sadam Husein vendió crudo y de las que adquirió productos durante el embargo. Estas transacciones realizadas a través del programa no son ilegales. Aún queda mucho por averiguar antes de saber en qué casos hubo fraude, si es que existió.

El responsable de la investigación y ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Paul Volcker, dejó muy claro desde el principio que el hecho de que una empresa participara en el programa de la ONU no implica que se haya producido una conducta ilegal o fraudulenta. La lista, en la que aparecen unas 300 empresas estadounidenses, sólo es el compendio final, el balance, de un plan único de Naciones Unidas. Aún habrá que escarbar mucho para saber si en alguna o ninguna de las transacciones bajo el programa hubo fraude o si se realizaron operaciones al margen del organismo.

El programa Petróleo por Alimentos empezó a funcionar en diciembre de 1996 y estuvo en vigor durante siete años. Sadam Husein podía vender crudo al exterior para poder comprar productos y servicios que después debía destinar a mitigar las consecuencias en la población civil del embargo impuesto por la comunidad internacional tras la invasión de Kuwait.

La ONU calcula que se beneficiaron del programa 27 millones de personas. Pero la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desveló hace pocas semanas, en su informe sobre las armas de destrucción masiva, que el régimen desvió 10.000 millones de dólares obtenidos por la venta de petróleo para financiar su campaña de propaganda contra EE UU.

La ONU, entretanto, está sufriendo un duro ataque desde la Administración Bush tras del escándalo destapado por la gestión del programa. Volcker espera poder presentar el informe definitivo sobre el alcance del supuesto fraude en primavera de 2005. Y hasta que la investigación no esté completada, deja claro, no se presentará ninguna alegación contra empresas o individuos por corrupción o malversación. Pero la comisión independiente se ha visto obligada a publicar ya la lista de empresas que participaron en el programa para aplacar las críticas de Washington.

248 empresas extranjeras

De acuerdo con la investigación, un total de 248 compañías extranjeras firmaron contratos con Bagdad para comerciar el crudo iraquí por valor de 64.178 millones de dólares, equivalentes a 3.400 millones de barriles de petróleo. A esa cantidad hay que sumar 3.100 millones generados por los intereses bancarios y otros 2.200 millones por el cambio de dólares a euros. Las petroleras de EE UU desembolsaron 482,8 millones de dólares en el marco del programa de Naciones Unidas. El repertorio menciona a Chevron, Mobil, Phoenix Internacional y Texaco.

EE UU, en todo caso, aparece en el puesto 26º sobre un total de 64 países que participaron en la compra de petróleo. Los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad están más arriba en la lista. Rusia encabeza la tabla con la compra de crudo por valor de 19.256 millones de dólares, seguido por Francia, Reino Unido (cuarto) y China (séptimo). España aparece en la lista en el noveno puesto, con transacciones por valor de 1.643 millones de dólares, y se cita a las compañías Amposta, Cepsa, Expansión Exterior, Lubna Trading, Repsol YPF, Sirecox y Vilma Oil Consulting.

Del lado de los productos y servicios adquiridos por el régimen de Sadam durante el embargo a través del programa de la ONU, la investigación identifica a 4.486 empresas que recibieron pagos de Bagdad por un total de 39.000 millones de dólares. En el caso de EE UU, el valor total de las exportaciones hacia Irak representó 236,3 millones de dólares. Rusia, Francia y China encabezan de nuevo la lista. Los pagos percibidos por empresas españolas en este capítulo ascendieron a 273,5 millones de dólares.

La comisión no llega a ninguna conclusión y se limita a decir que la participación en el programa de la ONU "no implica un comportamiento ilícito, poco ético o corrupto" por parte de las compañías identificadas. También deja claro que muchas empresas actuaron como intermediarios de firmas más grandes y que muchas ya no existen. Kofi Annan, por su parte, dejó claro que no cree que los miembros del Consejo de Seguridad "vendieran su voto" para evitar la invasión de Irak, como sugería Washington, y beneficiar a las empresas que hacían negocio con el régimen de Sadam. "Lo encuentro muy difícil de creer", señaló.

Uno de los posibles implicados en el fraude podría ser el hijo de Kofi Annan, Kojo, quien trabajó en Nigeria para una compañía relacionada con la ONU. Según varios medios de comunicación conservadores estadounidenses, la justicia de EE UU le estaría investigando. Un extremo que de momento rechaza el secretario general. "Se trata de pura especulación", señala. Annan, entretanto, se declara como la primera persona interesada por esclarecer los hechos, para poner fin al daño que se está haciendo a la organización.

En Naciones Unidas se deja claro, además, que el Consejo de Seguridad "nunca dio autoridad" al personal a cargo del programa para que previniera los casos de fraude o malversación. Y en este sentido recuerda que son los países "los responsables de hacer respetar las sanciones" durante el embargo a Irak. Además, se señala que hay varios ejemplos que demuestran que el personal de la ONU advirtió de actividades sospechosas, pero que no disponía de medios necesarios para contrastar a todos los suministradores.

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