Cuatro mil abogados vigilan la votación en Florida bajo el síndrome del fiasco de 2000
Los comicios adelantados se inician sin incidentes y con una gran afluencia de electores
Cerca de 4.000 abogados al quite de posibles problemas en las urnas en Florida se han quedado por el momento en ascuas. La convocatoria para votar por adelantado en Florida, como "antídoto" frente al fiasco electoral de 2000, ha tenido una masiva acogida en los dos primeros días y, en contra de los pronósticos más pesimistas, ha transcurrido sin apenas incidentes. La principal queja fue las largas esperas, pero no hubo problemas con las terminales de voto electrónico. Lo que no faltaron fueron arengas políticas de los líderes negros ni insinuaciones de que se avecina un fraude.
"Hemos vuelto a la escena del crimen para resolver el crimen. No le robaron la victoria a Al Gore, se la robaron al pueblo americano", gritaba el reverendo Al Sharpton en una concentración de ciudadanos negros en el downtown de Miami.
El electorado negro está en pie de guerra por los alegatos de cientos de sus miembros de que les impidieron votar hace cuatro años quitándoles de las listas de votantes. Los alegatos nunca han sido comprobados, pero el fantasma persiste y lo están utilizando como gancho para movilizar a la comunidad negra a las urnas.
Las organizaciones de base han inscrito a miles de votantes negros, muchos de los cuales ejercieron su derecho el lunes, primer día del nuevo sistema de "votación por anticipado". Además de en Florida, el sistema rige en otros 30 Estados con el fin de fomentar la participación, corregir a tiempo posibles anomalías y evitar aglomeraciones. Este último objetivo no se logró en los centros urbanos como Miami, Orlando o Jacksonville.
La principal queja fueron las largas esperas. Las filas se alargaban por el número de votantes, los pocos colegios abiertos y, en tres casos, debido al paro de los ordenadores que verifican la identidad de los votantes. Los paros fueron breves, de 10 minutos en Orlando, 20 minutos en Fort Lauderdale y de casi dos horas en Hillsborough.
No se registró, sin embargo, ningún fallo en las terminales del sistema electrónico de votación. Las "urnas electrónicas" funcionan como un cajero automático en el que el elector va seleccionando opciones que quedan registradas en lo que se denomina un "log". El método ha suscitado dudas de fiabilidad porque es vulnerable a los hackers, y no emite un comprobante.
La falta de recibos se vaticina como la gran pesadilla de esta elección. Impide un recuento que, por ley, debe ser automático en caso de que el margen de victoria sea inferior a un 0,25% del total de sufragios. Si los pronósticos se cumplen, es decir, si la elección es tan cerrada como parece en estos momentos, los 4.000 abogados tendrán sin duda mucho trabajo.
Ya hay dos demandas en curso, pidiendo que se equipe a las terminales con un sistema de impresión de recibos, pero el Departamento de Elecciones se ha negado aduciendo que no hay tiempo. El sistema electrónico lo han implantado 15 de los 67 condados de Florida, que son en los que hay una mayor concentración de población. Más de las mitad de los 10,5 millones de votantes registrados (de una población de 17 millones) va a usar las urnas electrónicas; el resto lo hará mediante lectores ópticos.
Otra fuente potencial de pleitos son las "papeletas provisionales", mediante las cuales pueden votar los que no aparecen en las listas. La medida se adoptó para evitar lo sucedido en 2000, cuando miles de votantes se quedaron fuera a causa de errores y de las listas de convictos (que no pueden votar en Florida) en las que se incluyó a gente que nunca había delinquido.
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