Carta abierta a un químico
Estimado y querido Miguel: hoy vuelvo a leer en los periódicos que nuevamente el Gobierno sigue sin otorgaros el papel primordial que ustedes, los hijos de la Ciencia representáis en la sociedad. Ya sabes que soy de los que piensa que una sociedad que mantiene a oscuras a los poetas y científicos es una sociedad de aglomerado con capas de barniz de primera calidad. Veintidós científicos de prestigio han mostrado públicamente su enorme preocupación por las partidas económicas que recogen los presupuestos para la ayuda a universidades y centros públicos de investigación. Parece ser que la mayor parte de la tarta se la reparten los centros privados e investigación militar.
Ánimo, Miguel, que no decaiga tu pasión por la Ciencia. Trabaja como sabes hacerlo, fiel a tus principios; y si te ves impotente, frenado por cortapisas económicas alza tu voz y pide para nosotros todos.
(Miguel es mi hermano pequeño, licenciado en Química, que actualmente trabaja para el departamento de Química Orgánica -con beca pendiente de aprobación para trabajar sobre el Cáncer- de la Universidad de Málaga).
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