Israel amenaza con reanudar la ofensiva si los palestinos lanzan nuevos ataques con misiles
El Ejército israelí da por terminada la Operación Días de Penitencia contra la franja de Gaza
Los tanques israelíes han abandonado el casco urbano de Yabalia para tomar posiciones en las colinas que rodean la ciudad y el campo de refugiados cercano. La salida escalonada de las tropas está creando escepticismo entre los palestinos, que no saben si se encuentran ante un repliegue táctico o una salida definitiva. El Gobierno israelí aclaró la situación al asegurar que la operación se da por acabada, pero que los soldados se encuentran en situación de alerta, lo que supone volver a sus antiguas posiciones si la resistencia palestina vuelve a lanzar misiles Qassam sobre Israel.
Pero, ¿por qué Yabalia? Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Jerusalén resumía en dos las razones de la ofensiva militar israelí Días de Penitencia, la más larga y sangrienta de la Intifada. La primera es que se trata de una respuesta a la resistencia palestina, enraizada en la zona, que desde que se inició la segunda Intifada no ha dejado de lanzar misiles artesanales al otro lado de la frontera. La ciudad de Sderot se ha convertido en su blanco predilecto: es el más cercano.
En los últimos cuatro años los artilleros de los grupos radicales han lanzado 300 de estos proyectiles, 70 de los cuales han hecho impacto en Sderot, según asegura el mando del Ejército israelí. En esta ciudad israelí el pasado 28 de septiembre murieron dos niños por el impacto de un Qassam. La muerte de los pequeños desencadenó la Operación Días de Penitencia.
Pero el temor del Ejército es que si no se detenía esta escalada de misiles, las milicias podrían desarrollar y potenciar el ingenio, posibilitando de esta forma que puedan alcanzar el puerto de Ashdod, el segundo en importancia del país, con 103.000 habitantes, a poco menos de 20 kilómetros al norte de Gaza. Los temores son fundamentados. En los últimos cuatro años los artificieros palestinos han conseguido perfeccionar estos proyectiles. Han pasado de un alcance de tres kilómetros del Qassam Uno a diez del Qassam Tres.
La segunda razón del Ejército para la ofensiva es acabar con la resistencia de Yabalia. La ciudad y el campo de refugiados, así como la zona urbana anexa configurada por Beit Hanun y Beit Lahia -unos 250.000 habitantes en total-, ha sido uno de los núcleos de agitación nacionalista palestina más importantes de Gaza. Lo fue ya en la década de los años cincuenta en la época de la dominación egipcia, cuando los habitantes y refugiados protagonizaron diversas revueltas contra la Administración de El Cairo. Yabalia volvió a sublevarse en el mes de diciembre de 1987, cuando cuatro palestinos murieron en un choque con un camión del Ejército israelí. Fue el inicio de la primera Intifada.
En aquel primer año las autoridades militares israelíes impusieron en la zona 120 días de toque de queda. Un récord que da una idea de las dificultades de las tropas para someter este territorio. La rebeldía de Yabalia se ha acrecentado en los últimos años, gracias al activismo de Hamás, que ha convertido el enclave en un campo de reclutamiento.
Poco antes de que estallara la segunda Intifada la dirección de Hamás abrió, cerca de la mezquita de Julafa, en pleno centro de Yabalia, el primer centro de alistamiento público. Los mejores militantes, artilleros y artificieros de la formación fundamentalista han salido de esta zona. En sus calles, los niños sueñan y juegan a convertirse en comandos suicidas. La red humanitaria islamista llegaba a todos los rincones.
Plan político
Para el Gobierno de Sharon, Yabalia es un peldaño más en la guerra sin cuartel que Israel ha desencadenado contra Hamás. Es el escalón lógico, tras el asesinato del jeque Ahmed Yasin o Abdelaziz Rantisi la pasada primavera. Las tropas israelíes, que siempre habían eludido actuar contra esta zona por temor a provocar una sangría, han decidido ahora finalmente entrar.
Los planes militares del Gobierno de Ariel Sharon están estrechamente vinculados con el proyecto político del repliegue y retirada de Gaza, previsto para mediados del año próximo. "Doblegar Yabalia es demostrarles que no pueden considerar nuestra salida de la franja una victoria, sino una derrota", se asegura en medios gubernamentales. Desde un punto de vista militar, la batalla de Yabalia puede considerarse un éxito para Israel, ya que no ha sufrido ninguna baja entre las tropas, en contraposición a la operación del campo de refugiados de Yenín, en abril de 2002, en el que murieron 23 soldados.
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