La Habana afirma que Moragas usó el visado de turista para "una provocación"

La Cancillería cubana, en un comunicado, calificó ayer a Moragas de "acérrimo enemigo de la Revolución cubana" y asegura que trató de entrar a la isla "fraudulenta e ilegalmente, bajo el estatus migratorio de turista", buscando realizar una "grosera provocación política contra Cuba". Y recordaron que Moragas anunció, antes de partir hacia La Habana, que el objetivo de su viaje era ofrecer "respaldo y solidaridad" a los disidentes -"mercenarios a sueldo de los EE UU", según la versión del Gobierno cubano-, y considera que tal actividad es "una violación flagrante" de la soberanía cubana.

La Cancillería recuerda que Moragas ya viajó a Cuba con visado de turista el pasado julio para entregar al líder del proyecto Varela, Oswaldo Payá, la placa del Premio Sajarov, que le fue concedido por el Parlamento Europeo en 2002, y entrevistarse con las esposas de algunos disidentes encarcelados. Y agrega: "Nuestra paciencia tiene límites y no dejaremos sin respuesta acciones injerencistas ni provocaciones de enemigos". Las autoridades cubanas destacaron en su comunicado los "estrechos vínculos" de Moragas con "el frustrado y patético José María Aznar, quien se dedica con especial entusiasmo en estos días a gastar los cinco millones de dólares que ha proporcionado recientemente el presidente Bush para organizar actividades y eventos contra Cuba".

Miembros de la disidencia criticaron duramente el comportamiento de las autoridades cubanas. La opositora Marta Beatriz Roque, que salió de la cárcel hace unos meses tras haber sido encarcelada junto a otros 74 disidentes en 2003, declaró que lo sucedido es "un mensaje muy claro de que al Gobierno cubano no le interesa para nada que Zapatero esté de rompehuelgas en la Unión Europea". Roque añadió que lo ocurrido "no debe extrañar a nadie: es la política habitual del Gobierno cubano".