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Cinco horas de altercados entre policías y empleados de Izar, opuestos al plan de la SEPI

Chaves pide a la naval que agrupe en una unidad de negocio los tres astilleros de la Bahía

A los trabajadores de IZAR San Fernando no les basta con que se cumpla el lema "Bazán no se cierra". El plan presentado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para reestructurar el sector público naval español incluye el mantenimiento de la factoría isleña pero considera civil gran parte de su actividad, de larga tradición militar. La indignación de los empleados, que temen "una privatización encubierta", no pudo traspasar, esta vez, la carretera que da acceso al astillero ya que la policía rodeó todas las salidas e impidió los habituales cortes de tráfico en la autovía y la línea férrea.

La presencia policial, con dos tanquetas y una decena de furgones, se adelantó al primer intento de salida de los trabajadores. A las 9.30, los empleados trataron de abandonar la factoría pero se encontraron con un cordón de seguridad infranqueable. Tras una asamblea, se inició el enfrentamiento con el lanzamiento, por parte de los trabajadores, de tornillos y tuercas, acompañados por la explosión de bengalas. Los agentes respondieron con pelotas de goma.

Después de varios minutos de intercambio de objetos, el avance de las tanquetas obligó a los trabajadores a atrincherarse en la factoría. Los empleados habían colocado varios bloques de hormigón que impedían el acercamiento de los vehículos policiales. Los altercados duraron cinco horas, hasta que a las dos de la tarde llegaron los autobuses que recogen a los trabajadores.

Una decena de empleados resultaron contusionados leves. Uno de los objetos lanzados por los operarios alcanzó al inspector jefe de San Fernando, José Ramírez, quien junto al comisario provincial de Cádiz, José María Deira, estuvo presente en los disturbios.

El presidente andaluz, Manuel Chaves, demandó ayer a la SEPI que avance en la propuesta para que se cree una única unidad de negocio orientada fundamentalmente a la construcción militar que agrupe a las tres factorías de la Bahía de Cádiz (San Fernando, Puerto Real y Cádiz).

El plan que presentó la SEPI a los sindicatos ofrece una salida global para todos los centros y plantea un holding en cuya división militar estarían Puerto Real, Cádiz y la División de Sistemas y Componentes (FABA) de San Fernando. Se excluye de esta organización a la construcción y reparación de la factoría isleña -que emplea a 800 trabajadores- y la factoría de Sevilla. Los empleados de estas dos últimas plantas criticaron el plan aunque reaccionaron de manera dispar. El presidente del comité de Sevilla, Ignacio Sánchez, criticó la "poca definición, concreción y superficialidad" del documento respecto al futuro de las plantas. Por su parte, el presidente del comité de San Fernando, Francisco Fernández Lucas, tildó de "tomadura de pelo". "La pérdida de los contratos militares es el fin de una tradición y el fin de este astillero", dijo Fernández Lucas, quien rechazó que la antigua Bazán se dedique a los yates, los ferrys y las construcciones de auxiliares off-shore: "Son sectores en decadencia".

El alcalde de San Fernando, Antonio Moreno, dictó un bando en el que demando la condición militar del astillero isleño. "El Gobierno local no acepta la encubierta liquidación ordenada de Bazán", espetó.

Trabajadores de los astilleros de San Fernando se atrincheraron ayer en las puertas de la factoría, desde donde se enfrentaron a la policía.
Trabajadores de los astilleros de San Fernando se atrincheraron ayer en las puertas de la factoría, desde donde se enfrentaron a la policía.ROMÁN RÍOS

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