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Reportaje:

Viaje de nueve años hasta Europa

Una ex diputada kurda recibe el premio de la Eurocámara de 1995 tras ser excarcelada en Turquía

Gabriela Cañas

Leyla Zana es una mujer menuda que aterrizó el lunes en el aeropuerto de Bruselas casi en el anonimato. Ayer, sin embargo, dirigió la palabra al pleno del Parlamento Europeo, y entre los escaños hubo muchos aplausos y algunas lágrimas de emoción. Su viaje ha durado nueve años y su figura es el símbolo viviente de una Turquía en reforma que llama a las puertas de la UE. Encarcelada en 1994, Leyla Zana no pudo recoger en 1995 el Premio Sajarov que le otorgó la Eurocámara. Liberada el pasado junio, Zana repitió ayer en la Eurocámara el mismo mensaje que la condujo a prisión: su deseo de que el pueblo turco y kurdo vivan juntos en paz en un marco democrático.

Leyla Zana, que tiene ahora 44 años, aseguró ayer que sus primeras impresiones después de abandonar la cárcel fueron para sus dos hijos. "Veo que forman parte de una generación nueva", explicó. "Por lo demás, me he dedicado a recorrer ciudades kurdas y a escuchar a la gente. De momento, prefiero seguir escuchando antes de entrar en acción".

Zana fue elegida diputada en 1991 en el Parlamento turco como miembro del Partido Democrático (pro kurdo), pero su intervención por la reconciliación ante esa Cámara, en kurdo, le valió la condena de cárcel, además de torturas y humillaciones. Ahora, y a pesar de haber tenido las paredes "y los espacios vacíos" como única compañía durante tanto tiempo, asegura que no guarda rencor gracias a su amor a la democracia y señala los avances alcanzados por Turquía, si bien algunos, advirtió, "son pura operación cosmética".

Leyla Zana aseguraba ayer que en Turquía ya no hay torturas sistemáticas y que hay emisoras en kurdo que emiten sin problemas, pero que los kurdos necesitan todavía protección. A renglón seguido abogó por la entrada de Turquía en la UE y la importancia de que su país viva en paz, lo que será bueno para la paz en Oriente Próximo, en Europa y en el mundo.

El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, agradeció a Zana su presencia en el hemiciclo en turco y en kurdo y le hizo saber que su sufrimiento no ha sido en vano. Junto a ella estaban su marido, Mehdi Zana, que también ha sufrido cárcel y exilio, y otros tres diputados encarcelados con ella, Orthan Dogan, Selim Sadak y Hatip Dicle.

Nelson Mandela, ex presidente surafricano; Aung San Suu Kyi, líder de la oposición democrática birmana; Xanana Gusmão, de Timor Oriental, y la plataforma española contra el terrorismo Basta Ya han recibido también el mismo premio de la Eurocámara.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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