"La ambición internacional de la UE es por ahora sólo retórica"
Chris Patten dejará el próximo 1 de noviembre de ser comisario de Relaciones Exteriores de la Unión para volver, ahora como rector, a Oxford, donde estudió historia. Tras cinco años, se despide de la Comisión Europea con una cierta sensación de "maravilla de que esto realmente funcione". Nota en la Unión Europea una diferencia entre deseo y voluntad de desempeñar un papel más importante en la escena internacional.A su juicio, la integración de Turquía contribuirá de forma decisiva al ascendente de la Unión en el mundo.
Con una amplia carrera política en las filas del conservadurismo británico, Patten encarna a la minoritaria vertiente del torysmo europeísta y enfila sus últimos días como comisario pensando ya en el futuro, donde, además de regir Oxford, tiene como uno de sus primeros objetivos escribir un libro, a mano, sobre las relaciones entre Europa y EE UU. Él cree que Europa debe actuar como un supersocio de Estados Unidos, no como una superpotencia rival, que haga ver a Washington que alcanzará sus objetivos con más facilidad si actúa en concierto con la UE. En una reunión con periodistas en Bruselas, Patten pasa revista a los grandes temas de la política exterior europea.
"Cuando Turquía se integre, Europa será mucho más importante en la región, en Oriente Próximo y en el centro de Asia"
"No hay diferencia de valores entre EE UU y Europa y la Liga Árabe. No son nuestros valores lo que no les gusta, sino las políticas"
- Turquía. Estoy muy satisfecho con la decisión
[de recomendar la apertura de negociaciones para la adhesión]. Estados Unidos ha sido históricamente un entusiasta partidario de la integración de Turquía en la UE. Espero que siga tenido la misma opinión cuando Turquía se integre, porque entonces Europa será mucho más importante en la región, en Oriente Próximo y en el centro de Asia. Turquía convertirá a Europa en un actor internacional mucho más significativo y activo. Es paradójico que Francia, que tanto quiere un papel importante para Europa, desconfíe tanto de esa integración.
La integración de Turquía representa un rechazo claro a las tesis del enfrentamiento entre Europa y Estados Unidos con el mundo islámico. Pocas cuestiones hay tan importantes para impedir esa división. No hay diferencia de valores entre Estados Unidos y Europa y los países de la Liga Árabe. No son nuestros valores lo que nos les gusta, sino nuestras políticas.
- Israel. Estoy preocupado por lo que ha dicho un asesor de Sharon de que con la retirada de Gaza se busca aparcar la cuestión de un Estado palestino y abandonar la Hoja de Ruta. Espero que no sea cierto porque no podemos permitirnos otro periodo de estancamiento, de matanzas. Es el asunto que más se ha discutido en estos cinco años en la comisión.
- Transformación de la UE. La ambición de desempeñar un papel más importante en la escena internacional es por ahora sólo retórica. No queremos pagar el precio, lo que supone voluntad política y más, o, al menos, mejor gasto. Si queremos que se nos tome en serio tenemos que demostrar con hechos que creemos en lo que decimos.
- Multilateralismo. Damos lecciones de multilateralismo a Estados Unidos y qué estamos dispuestos a hacer. Se puede trabajar de una forma multilateral, y sin EE UU, en algunas áreas, aunque no sea tan efectivo como se desea, como en medio ambiente o en el Tribunal Penal Internacional. Pero en seguridad lo primero que se pregunta es dónde está Estados Unidos.
- Irán. Es totalmente inaceptable la emergencia de un Irán con armas nucleares. Desestabilizará la región. No podemos permitir que introduzca cuñas entre los países del G-8. Tenemos que ofrecer a Irán zanahorias, pero también el palo de su exclusión de la escena internacional. Va a ser el gran asunto de las relaciones transatlánticas tras las elecciones de EE UU.
- Irak. ¡Ah!, el famoso país-sin-armas-de-destrucción-masiva. Pensemos lo que pensemos sobre la guerra y el desastre de la paz, si es que podemos hablar de paz, tenemos el común interés con EE UU de evitar que Irak se deshaga. Si se hunde, si la violencia degenera en guerra civil, si se convierte en un campo de reclutamiento de terroristas, todos sufrimos. Tenemos que trabajar con EE UU para producir algún orden en este caos. La tarea más inmediata e importante es producir un Gobierno con legitimidad democrática, lo que hará más fácil conseguir la seguridad.
- Balcanes-Kosovo. Todavía hay problemas, pero la estrategia seguida ha tenido éxito, en especial comparado con lo que había antes. Hubo más de 200.000 muertos en Bosnia y no hicimos nada. Al menos, la gente ya no se mata en cantidades industriales. El año que viene, la comunidad internacional tiene que decidir sobre el estatuto definitivo de Kosovo [provincia serbia ahora administrada por Naciones Unidas]. No preveo una vuelta a la guerra.
- Política exterior de la UE. A menos que los países grandes
[Alemania, Francia y Reino Unido] se pongan de acuerdo, no hay política exterior común posible. Es muy importante que las políticas exteriores bilaterales reflejen las mismas prioridades que a escala europea. No puede ser que nos mostremos como europeos en las reuniones de Bruselas y no europeos cuando actúan los ministros de Asuntos Exteriores.
- Límites geográficos de la UE. Sólo tenemos obligaciones en términos geográficos: todo país europeo que comparta los valores puede ser de la UE. Desde 1963, la cuestión de Turquía no ha sido sobre geografía, sino sobre compartir valores. Dejo para otros la determinación de las fronteras. La frontera de Ucrania ha cambiado tres veces en el siglo. Usted dirá dónde está la frontera de la UE.
- Referendos constitucionales. Los aborrezco. Los aborrezco. Son decisiones populistas para socavar el régimen parlamentario. La gente no suele responder a la cuestión que se le plantea. Sería absurdo que el debate sobre el Tratado Constitucional tratara sobre Turquía. En mi país nunca los propone un Gobierno cuando es fuerte.
- El Reino Unido en la UE. Mis compatriotas tienen que decidirse de una vez. No podemos estar indefinidamente al borde del ataque de nervios. El debate en el Reino Unido es sobre quién creemos que somos. Lo que más interesa al Reino Unidos es ser un miembro entusiasta de la UE, que es una unión de Estados que han decidido compartir algunas soberanías. No estamos hablando de unos Estados Unidos de Europa ni de una gran superpotencia.
- Alemania. Siempre vio su compromiso con la aventura europea como un medio para convencer a otros países de que había abandonado sus pasadas ambiciones. Estaba dispuesta a pagar un precio por ser un buen europeo. Helmut Kohl dijo que quería enterrar la soberanía alemana en Europa. Alemania ya no tiene que demostrar que es democrática y pacífica ni tiene que aceptar lo que otros decidan.
- Francia. No ha decidido si cree en Monnet
[el llamado padre de la Comunidad Europea] o en De Gaulle
[defensor de las prerrogativas del Estado-nación].
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