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Francia reflota un proyecto pedagógico para fomentar la creatividad artística de los alumnos

Experiencias previas han demostrado que el programa promueve la motivación de los estudiantes

Tras dos años de abandono, el actual Gobierno conservador francés se ha planteado para este curso reactivar la enseñanza artística que puso en marcha en su día el Gobierno socialista de Lionel Jospin. El ministro de Educación de entonces, corría el año 2000, era Jack Lang, quien, en colaboración con el departamento de Cultura, puso en marcha una experiencia de acceso a la creación artística que se fue estrangulando con los gobiernos conservadores, los mismos que ahora han decidido reavivarla.

No se trataba, cuando arrancó esa actividad pedagógica y cultural, de que el alumno aprendiese nombres de creadores o movimientos, ni tan sólo de sensibilizarlo como consumidor, sino de hacerle descubrir su propio potencial creativo y de utilizarlo para dar sentido a otros saberes culturales. Así nacieron las llamadas clases PAC (Proyecto Artístico y Cultural).

Se trata de que los estudiantes descubran su potencial creativo, no de que aprendan nombres
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El responsable final de aquella aventura era Claude Mollard, director del Centro Nacional de Documentación Pedagógica (CNDP) y principal ideólogo de la renovación de la política cultural francesa tras los años "de democratización de los conocimientos históricos", liderados por la figura de André Malraux. Para Mollard se trataba de que los alumnos, acompañados de un artista reconocido, pudieran iniciarse en los secretos de la danza, el teatro, la fotografía, la pintura, la música, el diseño... Hasta 12 áreas distintas. Si en el año 2000 el proyecto arrancó con un presupuesto de 40 millones de euros, en 2002 ya superaba los 78 millones. Al año siguiente, es decir, cuando la derecha llegó al poder, el programa perdió 19,7 millones. Según Lang, su sustituto "actuó movido por el sectarismo y la ideología y se encarnizó contra las clases PAC con el vigor que le faltó para defender su presupuesto".

La forma que adoptaban estas clases cambiaba en función de la demanda y las posibilidades reales que presentaba cada zona. Así, por ejemplo, en Bretaña, en la región de Quimper, la colaboración con el teatro nacional había servido para que muchachos de entre 10 y 12 años aprendiesen a escribir de manera razonada sobre los espectáculos que veían, para que asistiesen a algunos ensayos del montaje, para proponer alternativas a la puesta en escena o sugerir nuevos diálogos y evoluciones dramáticas a la pieza representada.

Para alumnos con dificultades de expresión y con un nivel bajo de comprensión de la lengua la experiencia se reveló muy enriquecedora, tanto en el plano oral como en el escrito.

En opinión de Philippe Meirieu al diario Le Monde, "ése era un auténtico proyecto educativo de izquierdas, planteaba el debate entre saber y cultura". Meirieu es el principal experto en innovación pedagógica del Ministerio de Educación y director del Instituto Universitario de Formación de Maestros. Su opinión no fue compartida por Luc Ferry y Xavier Darcos, ministro y ministro adjunto de Educación, respectivamente, entre junio del 2002 y hasta hace pocos meses. "Las clases PAC eran novedades más mediáticas que eficaces", dijeron ambos.

Al mismo tiempo, las regiones, mayoritariamente controladas por la izquierda, han decidido competir en ese terreno y ofrecer estas clases artísticas.

El poder regional francés, siendo mucho menor que en España, obliga a las regiones, sin embargo, a gestionar la creación y mantenimiento de los institutos, pero no tienen competencia en el campo pedagógico. Pero estas materias culturales son optativas y las regiones tienen dinero para sumar sus ofertas al menú de la educación nacional.

Políticamente, la iniciativa sólo puede ser bien acogida y aportar réditos electorales, pues satisface un deseo de los alumnos y de los padres, pero el presupuesto con que piensan reflotar este programa cultural está aún en discusión.

De 100 departamentos, más de 60 se han coordinado para favorecer las clases artísticas y culturales a través del canto coral. Claude Mollard, por su parte, está negociando con los presidentes regionales para que éstos financien de nuevo el abandonado Centro Nacional de Documentación Pedagógica y conviertan las regiones en laboratorios de su experiencia pedagógica.

Actividades en una clase de Lengua Francesa en la que se desarrolla el proyecto artístico y cultural.
Actividades en una clase de Lengua Francesa en la que se desarrolla el proyecto artístico y cultural.N. DESSERME

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