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Roma impone una tasa de mil euros al año a los todoterrenos que circulen por el centro

El Gobierno italiano anuncia para 2005 un 'superimpuesto' para los grandes 4 - 4

Enric González

Los grandes vehículos todoterreno pagarán en Italia un superimpuesto de circulación a partir del año próximo. En Roma, además, serán gravados con una tasa adicional de 1.000 euros si pretenden circular por el centro. Y en Florencia se estudia la posibilidad de inmovilizarlos uno o dos días por semana. Todos los partidos políticos italianos parecen de acuerdo en la necesidad de frenar la moda de los vehículos gigantescos, que consumen y contaminan más que los turismos y causan más accidentes mortales. "Queremos desincentivar la compra de los coches que consumen más combustible, especialmente en las ciudades", anunció ayer el subsecretario de Medio Ambiente, Roberto Tortoli.

Las medidas fiscales, que figurarán en la ley complementaria de los presupuestos, se dirigen especialmente a los todoterrenos, aunque algunos de ellos quedarán probablemente exentos (como el pequeño Fiat Panda con tracción a las cuatro ruedas) y, en cambio, englobará a otros automóviles especialmente contaminantes, entre los que figuran todos los modelos de Ferrari, Lamborghini y Maserati y las berlinas de lujo de mayor tamaño.

La tabla de los vehículos afectados será presentada el mes próximo y se basará exclusivamente en las emisiones de dióxido de carbono. Aún no se conoce la cuantía del impuesto especial proyectado por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que, con el objetivo de reducir el consumo energético y mejorar la seguridad vial, espera de paso aumentar la recaudación fiscal. El subsecretario Tortoli precisó que "idealmente" los ingresos extraordinarios deberían dedicarse a reducir la contaminación ambiental.

Sí se sabe ya lo que tendrán que pagar los vecinos del centro de Roma y los forasteros que frecuenten el área por el capricho de un todoterreno: mil euros al año, en lugar de los 316 euros que pagarán todos los demás automóviles por el derecho a circular y aparcar (con suerte) en una de las zonas urbanas más congestionadas del mundo. La llamada ZTL (Zona de Transporte Limitado) de Roma supone una tasa suplementaria al impuesto nacional para los automovilistas que se mueven por el centro de la ciudad, e impide la circulación a quienes no llevan el adhesivo que certifica el pago.

El Ayuntamiento de Roma estudia además la posibilidad de establecer un peaje especial de entrada en el centro urbano a los coches de mayor tamaño, entre los que destacan la mayoría de los todoterrenos, sin penalizar los vehículos familiares. El Ayuntamiento de Florencia, por su parte, planea impedir la circulación de los todoterrenos uno o dos días por semana, con el fin de reducir la contaminación.

Las medidas contra los todoterrenos urbanos han sido aplaudidas por la asociación ecologista Legambiente, que opina que "Italia empieza por fin a cumplir los compromisos de Kioto". Legambiente recuerda que, según estadísticas oficiales, estos vehículos complican la circulación, consumen más del doble de un utilitario, emiten hasta tres veces más dióxido de carbono y son peligrosos para los demás automovilistas (en un impacto lateral, el todoterreno causa 30 veces más muertes que el utilitario) y para los propios conductores (vuelcan tres veces más que un turismo). "Nadie necesita un todoterreno para ir a la oficina o para hacer la compra", declaró Ermete Realacci, dirigente del partido de centro-izquierda La Margarita.

"Problema inexistente"

Los fabricantes de todoterrenos consideraron, en cambio, que se trataba de "una campaña demagógica contra un problema inexistente" y subrayaron que, aunque estos vehículos constituían un 5% de las ventas totales, representaban sólo el 0,5% del parque automovilístico italiano. "Si hablamos de dimensiones y peso, habrá que criminalizar a los monovolúmenes, y si hablamos de consumos, los criminales serán los deportivos, y en cuanto a contaminación, lo peor son los ciclomotores antiguos", declaró Salvatore Pistola, presidente de Land Rover Italia y de la Asociación de Fabricantes Extranjeros de Automóviles. Pistola sugirió además que existían intereses comerciales y proteccionistas en las restricciones a los todoterrenos: "En Francia quieren limitar los todoterrenos y resulta que no los fabrican. En Italia, qué casualidad, tampoco".

Celebración en Roma de los<i> Domingos a pie </i>el pasado 6 de febrero.
Celebración en Roma de los Domingos a pie el pasado 6 de febrero.REUTERS

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