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LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA | Los artistas e intelectuales

"Nunca votaría a un Bush"

La escritora Kitty Kelley, autora de 'La familia', retrata una dinastía llena de ambición

Kitty Kelley no es precisamente la intelectual más prestigiosa de EE UU, pero vende libros como rosquillas. Su última obra, La familia (Plaza Janés), un polémico retrato no autorizado de la dinastía Bush, se ha colocado en el número uno de la lista de éxitos del New York Times nada más ponerse a la venta en EE UU, a pesar de los esfuerzos de la Casa Blanca -según denuncia la propia autora- por frenar su difusión en los medios. "Es una gran una historia familiar con todos los elementos: tragedia, sexo, drogas, celos, éxito, traición, política...", afirma la escritora en una entrevista con EL PAÍS durante una parada promocional en Madrid.

Autora de controvertidas biografías de Nancy Reagan y Frank Sinatra, Kelley presume de no haber perdido jamás una querella judicial sobre sus libros. En su último libro retrata a "la familia más poderosa del mundo", una dinastía rebosante de ambición entregada a la búsqueda del dinero y el poder a casi cualquier precio. "Lo que hago es quitarle el velo a una imagen pública muy orquestada, a una familia que ha sido presentada erróneamente como modélica, como un ejemplo de valores familiares que todos deberíamos admirar".

Kelley presenta a George W. Bush como un hombre de las mil caras: nieto de senador, hijo de presidente, heredero de una rica familia petrolera, mal estudiante, con problemas de drogas y alcohol, hombre del pueblo, ranchero tejano, cristiano renacido... La revelación más escandalosa del libro es quizá la de que Bush consumió cocaína en la residencia presidencial de Camp David. Una de las fuentes de esa información, una ex cuñada del presidente, después se desdijo, pero Kelley asegura que lo hizo "asustada, sometida a una gran presión" por parte de la familia. "Yo no lo hubiera publicado si no fuera verdad", afirma la autora.

Sobre Laura Bush, esposa del actual presidente, la escritora afirma que no aguanta la comparación con sus predecesoras. "No es tan influyente como lo fue Nancy Reagan. Es una primera dama retro. Es muy popular, no es una figura amenazante y parece una buena mujer, pero no ha puesto en marcha ningún proyecto de envergadura, como hicieron antes que ella Eleanor Roosevelt o Hillary Clinton".

¿A quién piensa votar el 2 de noviembre? "Después de cuatro años de investigación para mi libro y de lo que he averiguado sobre esta familia, jamás votaría a un Bush", afirma rotunda.

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