Contrastes vitales
Suenan las sensuales voces de Serge Gainsbourg y Brigitte Bardot cantando la mítica Bonnie and Clyde mientras un sorprendente trío sexual experimenta sensaciones en una mansión de Los Ángeles. No por casualidad Lisa Cholodenko acompaña una de las mejores escenas de su película con este tema. Los protagonistas de La calle de las tentaciones son unos tahúres que han decidido cruzar la línea de la cotidianidad para abrazar un destino fatal previo paso por el lado más salvaje de la vida. Acostumbrados a los manidos personajes de usar y tirar, lanzamos las campanas al vuelo con los insólitos seres que pueblan esta odisea sentimental: el líder de una banda de rock, una veterana productora musical, el joven psiquiatra hijo de ésta y la guapa novia de éste, cuyo mundo no va más allá de su tesis sobre el comportamiento sexual de la mosca de la fruta.
LA CALLE DE LAS TENTACIONES
Dirección: Lisa Cholodenko. Intérpretes: Christian Bale, Frances McDormand, Kate Beckinsale. Género: drama. EE UU, 2002. Duración: 103 minutos.
Cholodenko experimenta con el contraste entre los que creen saberlo todo y los que lo han visto todo; entre los que vienen de sacar matrícula de honor en la Universidad y los que son catedráticos del latín de la vida. Y es que a veces el aparente desorden mental no es más que un compromiso con una forma de vivir, y el orden intelectual, una patética muestra de conservadurismo mal entendido. Cholodenko, que hace seis años nos habló de fotografía en la notable y sofisticada High Art, nos habla de música, pero, como allí, lo que nos muestra es el retrato de unos individuos en lucha constante consigo mismos, con su sexualidad, con su modo de vivir y con sus expectativas.º
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