El Papa critica las bodas que no están "destinadas a la fecundidad"
En junio reprochó a Zapatero la legislación sobre uniones gay
El Papa habló ayer, desde el Vaticano, en español y ante 13.000 fieles, de la crisis del matrimonio, en una evidente muestra de apoyo a los obispos españoles en su reiterada ofensiva contra la legislación del Gobierno socialista sobre los uniones homosexuales. Juan Pablo II ya había expresa a Rodríguez Zapatero, en una audiencia que le concedió en junio pasado, su preocupación por el futuro del matrimonio.
Occidente no tiene hijos "por temor al futuro", dijo Juan Pablo II. Pensando sin duda en los afanes de su episcopado contra la legislación que los socialistas se proponen llevar a cabo en los próximos meses -entre otras leyes, la reforma del Código Civil para legalizar las uniones homosexuales y que estas parejas puedan adoptar niños-, el Papa reclamó que se realicen matrimonios fecundos.
La audiencia versó sobre el salmo 44, titulado La reina y la esposa, que describe una "realidad radicalmente inherente al matrimonio: la fecundidad", en un mundo, el de Occidente, "a menudo incapaz de asegurar su propia existencia", dijo.
Que la Iglesia de Roma iba a movilizarse contra estas reformas del PSOE se puso de manifiesto cuando el presidente español acudió el 21de junio a visitar al Papa en el Vaticano. Éste le pidió entonces que defendiera la institución del matrimonio tradicional, que la jerarquía del catolicismo considera célula básica de la sociedad.
Ayer reiteró las mismas preocupaciones, durante la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro y dando muestras de un estado de salud muy mejorado.
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