Trípoli ofrece "campos de retención" si la UE le levanta las sanciones

Las relaciones entre Roma y Trípoli parecen haber alcanzado un extraordinario nivel de cordialidad. La suficiente como para establecer, con un par de telefonazos de urgencia, un puente aéreo que vuelca sobre Libia miles de inmigrantes africanos rechazados por Italia, sin ninguna garantía sobre su destino. Los recientes viajes a Libia de Silvio Berlusconi y de su ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, han dado grandes resultados. El objetivo de las conversaciones ha sido el establecimiento de "campos de retención" de inmigrantes en territorio libio y la cooperación del Gobierno de Muammar el Gaddafi en el control de los puertos. La oleada de inmigrantes de los últimos días ha llevado, sin embargo, a adoptar un sistema de repatriación de urgencia, conocido como "de la patera al avión", del que Pisanu subraya la provisionalidad.

En principio, las patrullas de vigilancia naval que desde hoy desplegarán de forma conjunta Italia, España, Eslovenia y Malta, con el Reino Unido como observador, deberían constituir una primera barrera de disuasión para las pateras. El mal tiempo del otoño y, sobre todo, la anulación de las sanciones europeas sobre Libia, prevista para el próximo día 11, deberían hacer el resto. Libia se ha comprometido a frenar la emigración africana y desviarla temporalmente hacia "campos de retención" en cuanto desaparezcan las sanciones.