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CAE LA CÚPULA TERRORISTA

La policía francesa descabeza a ETA con la detención de Mikel Antza y Anboto

Jorge A. Rodríguez

La policía francesa, con información facilitada por la Guardia Civil, asestó ayer a ETA el golpe más importante desde la caída de la cúpula de la banda en Bidart, en 1992. El máximo dirigente de ETA, Mikel Albizu Iriarte, Mikel Antza, y su pareja, Soledad Iparragirre, Anboto, supuesta jefa de los comandos legales (sin fichar) y gestora del llamado impuesto revolucionario, fueron detenidos a primeras horas de la mañana en una casa rural de la localidad de Salies-de-Béarn (a mitad de camino entre Bayona y Pau) durante una operación coordinada que se desencadenó con las primeras luces del alba en siete localidades diferentes del sur de Francia y que el ministro del Interior, José Antonio Alonso, calificó de "histórica".

Mikel Albizu es el máximo responsable político de ETA, y Soledad Iparragirre es la jefa de los 'comandos legales' y gestora del 'impuesto revolucionario'
Los dos dirigentes etarras estaban en una casa de campo de Salies-de-Béarn junto a su hijo de corta edad, nacido en Cuba, y dos personas más
La operación ha permitido descubrir cuatro arsenales, con decenas de armas de fuego, 400 kilos de Titadyne, 40.000 balas y 400 kilos de iniciador de cloratita
Más de 150 agentes franceses, acompañados de miembros de la Guardia Civil, participaron en la operación, desarrollada en siete localidades
El ministro del Interior califica la captura de "histórica", pero advierte de que las fuerzas de seguridad están en "máxima alerta"
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Un total de 150 agentes participaron en el dispositivo, que ha permitido descubrir cuatro zulos -donde ETA guardaba el grueso de su arsenal de armas y casi 1.000 kilos de explosivos o sustancias precursoras para fabricarlo-, detener a otras 19 personas (una en Burgos, clave para la operación) e incautarse de "muchísimo dinero" y gran cantidad de documentación.

La vasta operación policial llevaba franguándose desde que el 2 de abril fue detenido Félix Ignacio Esparza Luri, máximo responsable del aparato logístico de ETA, en Dax (Las Landas). La documentación y los datos obtenidos de dicha operación, sumados a los que durante los últimos cuatro años había ido acumulando el Servicio de Información de la Guardia Civil, permitieron ir localizando varias viviendas en el sur de Francia que se suponía que eran utilizadas para ocultar armas y explosivos, eventualmente como domicilio de etarras o como escuelas para dar cursillos.

Lista desde agosto

Los agentes tenían localizadas algunas de las viviendas desde agosto pasado y, de hecho, a punto estuvo de desencadenarse entonces la operación. Sin embargo, algunos contratiempos aconsejaron aplazarla hasta que estuviera más madura, según informaron fuentes de la investigación. Estos medios apuntan a que, en principio, no se esperaba que en la operación cayeran Antza y Anboto, ambos de 43 años, que se encontraban junto a su hijo de corta edad. Éste supuestamente nació en Cuba, donde Iparragirre había estado retirada en los últimos años. La policía atribuye a Anboto 14 asesinatos entre 1985 y 1992. Antza no está imputado en ningún atentado.

Las casas asaltadas estaban ubicadas en "zonas rurales de difícil acceso" de las localidades francesas de Saint Pierre d'Irube, Briscous, Ayherre, Salies-de-Béarn, Domezain-Berraute, Urrugne y Hendaya. La diversidad de objetivos y el número de personas que inicialmente se pensaba detener (17, la mayoría franceses), llevó a los Reinsegnements Generaux (RG) a montar siete equipos diferentes, formados por miembros de los propios RG, de la policía judicial, de la Brigada de Investigación de Bayona, de la División Nacional Antiterrorista y de la unidad especial de asalto, la RAID, el equivalente a los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) españoles. Cada equipo llevaba al menos a un observador de la Guardia Civil.

A las seis de la mañana comenzó la operación, dirigida por la juez antiterrorista Laurence Le Vert. Las fuentes consultadas insisten en que entre los objetivos no estaban Mikel Antza ni Anboto. "No creíamos que estaban dentro, pero cuando tiendes una red nunca sabes lo que vas a pescar; sólo lanzándola pueden entrar peces: gordos o pequeños", decía gráficamente uno de los agentes españoles del operativo.

A las nueve de la mañana, todas las viviendas estaban controladas y 20 personas estaban bajo arresto. Los rumores se dispararon inmediatamente. Uno de los observadores españoles en la operación comunicaba a sus superiores en Madrid la posibilidad de que entre los detenidos se encontrasen los dos peces gordos de ETA. Sin embargo, la cautela fue máxima. El ministro del Interior rehusó confirmar las identidades cuando fue abordado a mediodía por la prensa en Zaragoza, donde participaba en los actos de celebración de la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, informa Concha Monserrat. "Por razones de profesionalidad evidente, vamos a esperar a los análisis que se están haciendo en estos momentos de huellas dactilares para confirmar al cien por cien la identidad de los detenidos", dijo Alonso.

Los investigadores les tomaron las huellas de sus 10 dedos y las enviaron a España para cotejarlas con las que ya se tenían en los archivos de los servicios antiterroristas.

Una de las más sanguinarias

A las cuatro de la tarde, el Ministerio del Interior confirmaba por medio de un comunicado: "La operación de la policía francesa y la Guardia Civil se ha saldado con la detención del considerado máximo dirigente de ETA, Mikel Albizu Iriarte, Mikel Antza, y de su compañera, Soledad Iparragirre, Anboto, una de las componentes más sanguinarias de la banda terrorista".

Supuestamente, la casa en la que fue detenida la pareja, sita a unos 70 kilómetros de la frontera, "era utilizada por ésta con cierta periodicidad pero no como residencia habitual", según Interior. Dentro había cuatro ordenadores y documentación "extremadamente importante", presumiblemente relacionada con el impuesto revolucionario y el funcionamiento de los comandos legales (no fichados).

Antza (San Sebastián, 1961) se incorporó a ETA tras organizar en 1985 la fuga de la prisión de Martutene al escritor (como el propio Albizu) Joseba Sarrionaindia e Ignacio Pikabea. En 1992, tras la caída de Bidart, se incorporó al comité ejecutivo como responsable político de la mano de José Ignacio de Gracia Arregui, Iñaki de Rentería. Desde entonces, y tras participar en las conversaciones con el Gobierno mantenidas en Suiza en 1999, se había convertido en un mito, en una sombra que siempre huía de las fuerzas de seguridad por los pelos.

Su pareja, Soledad Iparragirre (Eskoriatza, Guipúzcoa, 1961), es la presunta jefa de los comandos legales (sin fichar) de la banda, y se le atribuye su participación en al menos 14 asesinatos como miembro de los comandos Madrid y Araba. Desde 2000, apenas había rastro de ella. Las fuerzas de seguridad la situaban en Cuba, donde habría tenido un hijo, fruto de su relación con Antza. Tras cuatro años sin saber nada de ella, hace cerca de un año volvieron a aparecer rastros suyos en Francia, donde, según Interior, estaba encargada de la "gestión y distribución del impuesto revolucionario".

La confirmación levantó un enorme revuelo entre los servicios antiterroristas, que no dudaban en calificar la operación como "más importante que la de Bidart" (donde el 29 de marzo de 1992 cayó el colectivo Artapalo, la cúpula etarra de la época, dirigida por Francisco Mujika Garmendia, Pakito), tanto por la personalidad de dos de los detenidos, como por haber quitado de la circulación gran parte de la infraestructura etarra en el País Vasco francés, a un total de 21 miembros o colaboradores de la banda y por haber requisado cuatro arsenales cuajados de armas, explosivos y documentos.

Las fuentes consultadas insisten en que el objetivo inicial era el aparato logístico y la detención de 17 miembros de ETA dedicados a labores de apoyo. Estos medios agregaron que Antza y Anboto "entraron a la casa este fin de semana", sin que fueran identificados. Los registros efectuados hasta ahora han permitido localizar cuatro zulos o escondites de armas en las localidades de Ayherre, Urrugne, Saint Pierre d'Irube y Briscous.

Uno de los cuatro 'zulos' escondía una importante cantidad de dinero

Los dos últimos estaban ocultos con trampillas dotadas de sistemas hidráulicos, lo que hizo que su localización se retrasara. Los equipos de desactivación de explosivos fueron los primeros en entrar en los escondites. Alonso relató que en una de las casas se habían encontrado granadas contra carro y contra personas, más de 300 kilos de dinamita Titadyne, temporizadores, detonadores, munición (más de 20.000 cartuchos), clorato para la fabricación de cloratita, y más de 20 fusiles de asalto.

Subfusiles y detonadores

En una segunda casa, había unos 30 subfusiles, 100 kilos de Titadyne, cientos de detonadores, cordón detonante, 100 kilos de clorato de sodio y 20.000 cartuchos de distintos calibres. En la tercera, más de 200 kilos de clorato, polvo de aluminio, cordón detonante, granadas y lanzagranadas y 1.000 detonadores.

Anoche estaban pendientes de registrar otro zulo y dos viviendas, pero, por el momento en ninguno de ellos se ha localizado ninguna bomba lista para ser utilizada. Entre las armas localizadas se encuentran 30 subfusiles Uzi y otros 20 Mat, algunos de ellos réplicas fabricadas por los propios miembros de ETA. También había "muchísimo dinero", aún sin contar, en dos bidones.

La identidades de los otros 19 detenidos no ha trascendido, aunque ya se sabe que al menos 10 de ellos son franceses. Entre las pocas identidades conocidas está la del camionero Pedro María Alcantarilla, detenido en Burgos pero residente en Urrugne junto a Lourdes Urdanpilleta. Al conductor, cuyo testimonio ha sido decisivo para la operación, según fuentes de las pesquisas, está presumiblemente relacionado con los artefactos explosivos localizados los pasados días 25 y 26 en dos torretas de transporte de fluido eléctrico en el valle pirenaico de Bujaruelo (Huesca) y en Irún.

En su vivienda, detrás de una estantería, había una trampilla que daba entrada a un zulo. La agencia Vasco Press informa de que en Hendaya fue detenido el ex concejal Robert Arranbide, elegido por la candidatura denominada Biarko Hendaia, afín a HB y casado con una oficial del Ejército israelí. En esa casa, la menos escondida de las registradas, hay abundante documentación.

Alonso relató que durante todo el día había estado en contacto con su homólogo francés, Dominique de Villepin, a quien agradeció la estrecha colaboración antiterrorista, y que a primera hora de la tarde había informado de la operación al desde ayer presidente del PP, Mariano Rajoy. Pese a la dureza del golpe, Alonso advirtió: "Las fuerzas de Seguridad están en situación de máxima alerta. No podemos bajar la guardia".

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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