Todos los sumarios pasan por la juez Le Vert

La magistrada Laurence Le Vert se ha encargado de instruir prácticamente todos los sumarios contra activistas de ETA elaborados en Francia durante 15 años. Ha tomado millares de decisiones -registros, detenciones, procesamientos, escuchas, autos de prisión- y ha colaborado con jueces españoles -Baltasar Garzón, de manera singular- en actuaciones que han afectado a las sucesivas cúpulas de la organización detenidas en Francia, pero también a otros cientos de arrestados por vinculación a aquéllas.

Todos ellos la conocen perfectamente. Sin embargo, la juez ha elegido un perfil público absolutamente bajo, una discreción absoluta, como lo prueba la escasez de fotos que de ella existen. En un acto oficial celebrado en París en febrero pasado se vio a Le Vert amparándose en las anchas espaldas de Jean-Louis Brugière, otro magistrado antiterrorista, para evitar que su imagen fuera captada por las cámaras.

El contraste de estilos profesionales también es grande: Brugière hace declaraciones, acude a debates en televisión y revela, como si tal cosa, atentados islamistas desbaratados en el Metro de París. Le Vert nunca dice nada en público. La juez ha sido objeto de al menos un proyecto de atentado por parte de ETA, que llegó a saber mucho de ella: su dirección personal en París, sus trayectos habituales al Palacio de Justicia, la identidad de los policías encargados de custodiarla y los lugares donde almorzaba.

Todo ello se conoció por un documento incautado en un piso usado por Ibon Fernández Iradi, Susper, el presunto jefe de los comandos de ETA detenido en 2002, que se escapó de la comisaría de Bayona. Fue arrestado de nuevo en 2003.

Le Vert, de 52 años, pertenece al grupo de cinco jueces de instrucción de París desde 1989. Es la única de ellos especializada en ETA. Ha intervenido en las conexiones pasadas con un grupo bretón y en sumarios sobre el terrorismo corso.