Indignado por el nuevo impuesto
Ahora, por tener el coche en Barcelona, aunque no lo utilices casi nuca, te tendrás que empadronar en la ciudad, pagar el impuesto de circulación, pagar un euro y cambiarlo de lugar cada semana.
Y encima lo hacen "por nuestro bien", para reducir los embotellamientos, como si su existencia no fuera suficientemente disuasoria.
Al menos que no nos traten de tontos y hablen claro. Parece que en Barcelona sólo se puede trabajar, pagar, volver a pagar y callar.
Lo que más me desarma es la poca respuesta de los ciudadanos a cada nuevo abuso del Ayuntamiento y del poder en general. Cualquier día nos llevarán al matadero y todavía iremos contentos.
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