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Reportaje:

Fumar es cosa de chicas

Un estudio revela que las mujeres fumadoras duplican a los hombres en la Universidad Miguel Hernández

El número de mujeres fumadoras en la Universidad Miguel Hernández es el doble que los hombres que cogen un cigarrillo. Ellas fuman más, empiezan pronto y quieren dejarlo cuando cumplen los cuarenta años. Éstas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado entre los alumnos, profesores y trabajadores de esta Universidad. Allí, la proporción de mujeres fumadoras es del 68,3%, más del doble que la de los hombres, que ronda el 30,4% de la población que se declara fumadora. "Detectamos una tendencia general: la mujer se incorpora pronto aunque quiere dejarlo al cumplir los 40 años por motivos de alto riesgo para la salud", reconoce José Antonio García, catedrático de Psicología Social en esta Universidad.

El estudio se realizó durante el curso académico pasado por parte de los profesionales del Instituto de Investigación de Drogodependencias de está Universidad que analizaron los hábitos del consumo de tabaco entre 660 personas diferentes, pertenecientes al colectivo de alumnos, docentes y personal del área de servicios en los campus de Altea, Elche, Orihuela y Sant Joan.

La prevalencia de consumo de tabaco indica que el 65% de la comunidad universitaria en la actualidad no fuma, aunque de éstos un 13,6% reconocen que lo hacían en el pasado. La edad de inicio del consumo de tabaco se sitúa en los 15 años y medio, y este último estudio detecta una ligera tendencia, apenas significativa, a la baja en la edad de inicio, es decir que los adolescentes se inician antes en el consumo, aunque la diferencia total es de medio año entre los fumadores de mayor edad y los más jóvenes. "Las campañas de publicidad de las compañías tabaqueras van destinadas a las chicas y sobre todo a los jóvenes", recuerda el investigador, que explica así el incremento del número de mujeres fumadoras.

Según este estudio, difundido ayer, el principal motivo para seguir fumando, según la mayoría de los encuestados, es porque "permite relajarse" y reconocen que siguen fumando "por costumbre". El 60% de los alumnos esgrime estas razones para seguir fumando, ya que el 30% asegura que fumar relaja y el otro 30% que es una costumbre. "Cuando en realidad el tabaco es un excitante, no relaja, aunque socialmente se crea que sí", explica José Antonio García del Castillo, catedrático de psicología social que recuerda cómo también el consumo de tabaco "se rodea de todo un ritual social, y muchos relacionan el cigarrillo con estar en compañía y entre amigos", explica el profesor.

Cuando a los encuestados se les pregunta por los motivos por los que dejaron de fumar la mayoría argumenta razones de salud. "Es cierto que las informaciones publicadas en los medios de comunicación, las campañas anti tabaco de la Administración y otras iniciativas provocan un aumento evidente de la percepción de riesgo", explica el experto, que aplaude las iniciativas encaminadas a ayudar a dejar el tabaco.

Una buena prueba de ello es la Universidad Miguel Hernández, y en concreto el Instituto de Investigación de Drogodependencias, que oferta el taller Dale la espalda al tabaco de carácter gratuito para toda la comunidad universitaria, aunque los alumnos que sigan este taller podrán conseguir un crédito de libre elección para convalidar durante sus estudios universitarios.

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