"Los centros que escolaricen inmigrantes recibirán recursos adicionales"

Quiere que "todo el mundo" tenga claro que el Gobierno quiere su opinión sobre la reforma educativa. Pero defiende que haya un debate corto e intenso para que las comunidades y los centros no vayan luego justos de tiempo para aplicar los cambios. La ministra de Educación, María Jesús San Segundo (Medina del Campo, 1958), presentó el lunes su propuesta de reforma de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) a las comunidades y las organizaciones sociales. Tiene claro su objetivo para los próximos meses de debate: "La búsqueda del acuerdo sobre los rasgos básicos del sistema educativo".

Pregunta. ¿Cómo van a financiar medidas tan costosas como la creación de grupos reducidos o desdobles en Matemáticas e Inglés en 3º y 4º de ESO, la diversificación curricular o los profesores de apoyo para los alumnos con problemas educativos?

"Las comunidades autónomas determinarán dentro de sus posibilidades qué es lo que ofrecen como alternativa a la religión"

"Que se esté haciendo un proyecto de ley no quiere decir que se vaya a eliminar totalmente la Ley de Calidad"

"Una posibilidad es utilizar tutores mayores, que pueden ser universitarios, para apoyar a los alumnos de secundaria que van peor"

Respuesta. El documento de reforma no se limita a tocar las cuestiones que afectan exclusivamente a la ley. Hay algunas que se incluirán en ella y sobre las que habrá una memoria económica y otras relacionadas con los programas que creemos que pueden ser más útiles para reforzar la educación. De esos programas habrá que acordar entre todas las administraciones su calendario y su financiación.

P. ¿Qué medidas del documento no irían en la ley?

R. Por ejemplo, la creación del Estatuto de la Función Docenteo algunos programas innovadores de apoyo a los estudiantes.

P. ¿Va a haber una nueva ley o será una reforma de la Ley de Calidad?

R. Que se esté haciendo un proyecto de ley para presentarlo al Parlamento no quiere decir que se elimine totalmente ni la LOCE, ni el resto de las leyes educativas en vigor.

P. El documento dice que los inmigrantes se incorporarán a los cursos de acuerdo a sus conocimientos. ¿Quiere esto decir que un niño de 13 años podría incorporarse en un curso de niños de 7 años si llega a España con unos conocimientos escasos?

R. Es muy difícil poner ejemplos que cubran toda la variedad de situaciones que hay. La idea es que hay que equilibrar el deseo de escolarizar a todo el mundo en el curso más cercano a su edad con el servicio público de la educación, es decir, con que sea útil para todo el mundo. En algunos casos basta con darles clases de apoyo o algún programa de inmersión lingüística, pero en otros casos a lo mejor hay que tomar la decisión les es más útil estar en un curso anterior al que les toque por edad. No se puede dar una única solución.

P. También señala el texto que los centros podrán recibir más apoyos por tener inmigrantes. ¿Cómo van a organizar esos apoyos?

R. Queremos que sean las administraciones y los centros los que soliciten los programas de apoyo. Hacemos referencia a la posibilidad de utilizar otros esquemas, como el apoyo en zonas de atención preferente. Se trata de zonas en las que tiene una especial repercusión, por ejemplo, el alumnado inmigrante. Y todos los centros públicos y concertados que escolaricen alumnos inmigrantes recibirán recursos adicionales por ese servicio público. Se está utilizando el sistema de las zonas de atención preferente en Francia, en Bélgica y, en cierta medida, en el Reino Unido.

P.

Un cambio de Gobierno podría impedir que la nueva ley se llegue a implantar al completo. ¿En cuántos años se implantará la reforma que están preparando?

R. Al Gobierno le corresponde hacer el esfuerzo de invitar a la participación de todo el mundo. Está disponible además desde ayer un espacio en Internet para que todo el que quiera haga sugerencias sobre los cambios y responda a las preguntas que se plantean en el documento. Está abierto a toda la población porque es un tema que nos afecta a todos, aunque tenemos un interés muy particular en incentivar la participación de los centros educativos. Ésta es parte de nuestra contribución a la búsqueda del acuerdo sobre los rasgos básicos del sistema educativo. Por lo demás, dentro de dos años estarían ya aplicándose las primeras medidas.

P. ¿En qué se diferencia este debate del que organizó el Gobierno del PP durante varios meses para elaborar la Ley de Calidad?

R. En este debate queremos poner mucho énfasis en escuchar a todo el mundo y esa no ha sido la realidad a la hora de elaborar la Ley de Calidad. En el Consejo Escolar del Estado hemos abierto otra vía importante de participación: hemos solicitado informes por escrito a todas las organizaciones sociales que están allí que representan a los actores principales del sistema educativo.

P. Al poner una nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía en cinco cursos y reducir las asignaturas comunes en la ESO y el bachillerato para aumentar las optativas se tendrán que quitar otras materias. ¿Cuáles se va quitar o reducir?

R. Hay un debate abierto sobre cómo organizar el currículo para que los estudiantes no tengan tantas asignaturas al pasar a la ESO. Y se pueden reorganizar las asignaturas de la ESO, cambiándolas de curso o evitando que estén concentradas en algunos años, por ejemplo. Hay diferentes alternativas.

P. ¿Qué va a pasar con los estudiantes que no quieran estudiar Religión confesional?

R. La situación de la asignatura de Religión confesional está condicionada por la legislación vigente y por las sentencias que ha habido en los últimos años. Debe ser de oferta obligatoria y no debe haber un tratamiento especial de su horario, es parte del currículo. Por lo tanto, lo que proponemos es que los estudiantes que no elijan Religión confesional sean atendidos por los centros. Las comunidades autónomas determinarán dentro de sus posibilidades qué es lo que ofrecen como alternativa a la Religión confesional. Otra cuestión es la respuesta a la pregunta individual: si una familia expresamente dice que no quiere cursar ninguna alternativa podría hacerlo si el Consejo de Estado considera que se puede hacer así. Y es decisión del centro dónde se sitúan estas materias.

P. Otra cuestión que plantea es que se den clases de refuerzo fuera del horario escolar. ¿Cómo se organizarían?

R. Después de revisar el tiempo escolar existe la posibilidad de aprovechar el sistema educativo en otros horarios o los fines de semana. Una posibilidad es utilizar tutores mayores, que pueden ser universitarios, para apoyar a los alumnos de secundaria que van peor. Hay experiencias en distintos países acerca de la efectividad de estas tutorías como actividad adicional, por ejemplo, para el estudio dirigido, es decir, para ayudar a los alumnos a resolver problemas. Por ejemplo, en la mañana del sábado o del domingo se puede organizar también este estudio dirigido. En verano, lo que sugerimos es que se considere la posibilidad de dar refuerzo a los alumnos que lo necesiten.