La reforma educativa propone una prueba general de todos los alumnos a los 9 y 13 años

El impulso de la enseñanza de idiomas extranjeros, la atención a los alumnos con problemas educativos, la flexibilidad del currículo y la autonomía de los centros para organizar su oferta son los cuatro grandes ejes en los que se basan las reformas presentadas ayer por la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, dentro del documento Una educación de calidad para todos y entre todos. Propuestas para el debate, en el que se basará la reforma de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), que promovió el PP en la pasada legislatura.

El Gobierno presentó ayer el documento, un libro de 167 páginas, a las comunidades autónomas, en la Conferencia Sectorial de Educación, y a las organizaciones sociales, en el Consejo Escolar del Estado.

"Se trata de un texto abierto, que pretende motivar el debate, que se desarrollará hasta diciembre, y sobre el que va a haber seis foros de debate en Internet", manifestó San Segundo.

El ministerio ha programado también tres conferencias: en octubre, sobre la atención a la diversidad; en noviembre, sobre los objetivos de la educación para 2010, y en diciembre, sobre la FP. En este último se someterá además toda la propuesta al análisis de expertos extranjeros. Éstas son las principales medidas presentadas:

- Evaluaciones. Se realizará una evaluación a todos los alumnos en 4º de primaria (a los 9 años) y 2º de ESO (a los 13 años) con la idea de establecer apoyos para los estudiantes en los que se detecten problemas educativos. Esas evaluaciones las elaborará el Instituto Nacional de Evaluación y Calidad del Sistema Educativo (INECSE) en colaboración con las comunidades autónomas. Actualmente, este organismo ya realiza evaluaciones pero son "muestrales", es decir, no se realizan a todos los alumnos sino a una número determinado para comprobar el nivel del sistema educativo.

Las nuevas evaluaciones que propone el Gobierno serían, en cambio, "censales" (de todos los alumnos) y su finalidad sería informar de ellas a los profesores y los padres. Este sistema está basado en el modelo francés. Éste consiste en que los profesores aplican evaluaciones a sus alumnos y cuentan con plantillas de los resultados nacionales y regionales para poder compararlos.

- Idiomas extranjeros. Se generalizará el aprendizaje del primer idioma extranjero (generalmente, se escoge el inglés) a partir a los 6 años, es decir, a partir de 1º de primaria. Ahora está a partir de los 8 años. Esta medida ya la recogía la Ley de Calidad en sus desarrollos, pero no se llegó a implantar.

Además, desde los 3 a los 6 años se empezará ya a enseñar inglés a los niños en los centros de educación infantil y en la ESO todos los centros tendrán que ofrecer un segundo idioma extranjero a sus estudiantes. Actualmente, se ofrece de forma voluntaria en algunas comunidades autónomas. También se favorecerá la implantación progresiva de centros bilingües, que enseñen en un idioma extranjero una parte de las materias de la educación obligatoria (de los 6 a los 16 años).

Este fomento del aprendizaje de idiomas extranjeros irá acompañado del refuerzo de la "formación permanente del profesorado en lenguas extranjeras". Esto se hará mediante programas de movilidad internacional de docentes, intercambio de profesores "puesto a puesto" y estancias en el extranjero. Los docentes que participen en estos programas se comprometerán a dar luego sus clases en el idioma en el que se hayan formado. Además se incorporarán profesores nativos de apoyo, como lectores y auxiliares de conversación.

- Medidas de apoyo. El Gobierno quiere que se refuercen las relaciones entre los centros de primaria (colegios) y ESO (institutos). El equipo de profesores de los centros de secundaria elaborará un informe individual que entregarán a los de secundaria para que éstos puedan organizar "programas de refuerzo" para los estudiantes que, según el informe, así lo requieran.

Para dar una atención más personalizada a los estudiantes se crearán en 3º y 4º de la ESO grupos reducidos o "desdobles" en Matemáticas y en la primera Lengua Extranjera. Y en estos mismos cursos también se organizarán grupos para estudiantes con problemas de aprendizaje (denominados de "diversificación curricular"). En ellos (que se empezaron a implantar con éxito en los años noventa) se enseñan las asignaturas principales (generalmente a los alumnos que ya han repetido varios cursos) de una manera más sencilla y práctica en aulas menos numerosas.

Para los alumnos "con problemas graves de tipo emocional y de conducta", el ministerio sugiere que reciban un "tratamiento personalizado con objeto de avanzar en lo posible en el desarrollo de sus capacidades y evitar su exclusión social". En esa atención "intervendrán los profesionales, las administraciones y las instituciones que sean necesarios".

Respecto a los inmigrantes, el texto señala que los que se incorporen por primera vez a un centro educativo "deben ser escolarizados atendiendo a sus circunstancias, conocimientos e historial académico, de modo que se puedan integrar en el curso más adecuado a sus características y conocimientos previos". Y añade la promesa de que los centros públicos y concertados que los escolaricen "dispondrán de los medios adecuados para favorecer su incorporación a las opciones curriculares y organizativas disponibles para el conjunto del alumnado". También se establecerán programas experimentales para estos alumnos en zonas "de atención preferente".

- Menos asignaturas. Los estudiantes de 1º y 2º de ESO no tendrán más de dos asignaturas que en primaria. Actualmente, los alumnos tienen 7 u 8 asignaturas en primaria y tres o cuatro más en la ESO. Con esta reducción se pretende además que se disminuya el número de profesores en los primeros cursos de la ESO, con la finalidad de que los alumnos no noten el cambio tan brusco en el cambio de etapa, así como que se refuerce el papel del tutor. Éste desempeña ahora una función crucial de seguimiento del alumno en primaria, mientras que en secundaria su papel está más difuminado. Este refuerzo irá acompañado, según la propuesta del ministerio, de una ampliación del horario de tutoría destinado a la atención personal de los alumnos.

A partir de 3º de ESO se organizarán las asignaturas comunes y optativas "de modo que la oferta de materias y la posibilidad de elegir entre ellas configure un modelo flexible", en el que se ofrezcan optativas que atiendan a "las necesidades, aptitudes e intereses de los alumnos".