La Cámara vasca no celebrará el 25º aniversario del Estatuto
No habrá festejos, ni grandes ni pequeños, en la conmemoración del 25º aniversario del Estatuto de Autonomía, el 25 de octubre próximo. El cuarto de siglo de la ley que hizo nacer al primer Parlamento vasco de la historia pasará en él sin pena ni gloria. El Parlament de Cataluña, bajo presidencia de ERC, lleva varios meses dedicando distintos actos a la misma efemérides de su Estatut, en paralelo a la discusión para su reforma. La presidencia de la Cámara vasca,
por el contrario, no impulsa ninguna celebración, aunque sí prepara ya su propio 25 cumpleaños para 2005.
Según han confirmado fuentes del Parlamento vasco, no está prevista alguna iniciativa que implique a la ciudadanía para esa fecha tan señalada, ni se ha realizado en los meses previos. Ningún grupo parlamentario de la oposición, más reivindicadora del Estatuto, ha planteado tampoco ninguna iniciativa en este sentido. El Gobierno de Iberretxe, por su parte, prepara un acto que se adelanta como "discreto e institucional", según fuentes oficiales, posiblemente la lectura de una declaración por el lehendakari.
El Estatuto de Gernika va a cumplir 25 años en plena recta final del debate del plan Ibarretxe, que, de resultar aprobado y aplicado, supondría, según la pretensión que por ahora sólo EA explicita en una de sus enmiendas parciales, la derogación implícita del texto aprobado en 1979. El escaso entusiasmo que los grupos nacionalistas han mostrado históricamente hacia la conmemoración de lo que todos ellos reconocieron como "un hecho histórico" y que dio por primera vez un Parlamento y un Gobierno estables a Euskadi -el anterior se aprobó en plena guerra civil- se ha encogido aún más durante los dos mandatos de Ibarretxe. Las muestras de desafecto han sido continuas desde que los nacionalistas se embarcaron con HB y ETA en el Pacto de Lizarra y presentaron luego el plan Ibarretxe como salida al fracaso de aquél.
El PSE-EE ha intentado reiteradamente con iniciativas parlamentarias institucionalizar la celebración, con participación tanto del Gobierno, como de las diputaciones y los ayuntamientos, y convertir en festiva la fecha del 25 de octubre. El Parlamento llegó a aprobar una resolución en ese sentido en 1996, pero después se vio bloqueada y tal mandato nunca se ha cumplido. Tanto el PSE como el PP siempre han sostenido que la existencia de transferencias pendientes o motivos de desacuerdo no es motivo para dejar de celebrar el Estatuto.
Los nacionalistas consideran que no se puede festejar "una ley no cumplida", en una posición que les aleja de sus homólogos catalanes, incluido el nacionalismo radical de Esquerra Republicana (ERC).
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