Morales, edil del Grito que apoya la moción: "Nunca creí que llegarían a esto por quitarles el poder"
El concejal de Motril (Granada) Vicente Morales, del partido Grito, vive desde hace cuatro días con protección policial. No puede salir de su casa sin escolta y una patrulla vigila de forma permanente su domicilio. Dice que hay "quien no ha entendido nuestra postura" y no entiende cómo "han reaccionado así". Se refiere "a los que han emprendido esta campaña, a los que han reaccionado tan mal", después de que su partido acordara la semana pasada retirar el apoyo al equipo de gobierno liderado por Carlos Rojas (PP) y firmar una moción de censura en su contra, encabezada por el socialista Pedro Álvarez.
Vicente Morales no cree que ni él ni su grupo político, Grito (Grupo por la Independencia de Torrenueva, uno de los anejos de Motril) hayan actuado mal, ni movidos "por oscuros intereses". Reconoce que cuando votaron hace 14 meses al PP para que llegara al poder con un equipo tripartito, desde el PSOE no emprendieron ninguna campaña como la que ahora se ha propiciado en su contra.
Y eso que en aquella ocasión, desde el Grito actuaron movidos por la "venganza contra los socialistas porque en los años de democracia que llevábamos ellos gobernaron en el municipio y desatendieron a los anejos".
Ahora, el Grito, que "nunca pensó que pudiera llegar a tener tanto poder", ha decidido cambiar de opción de gobierno y propiciar una nueva mayoría, "porque tanto Carlos Rojas, el alcalde, como nuestro ex compañero de partido, Francisco Villoslada (al que el Grito ha pedido su acta de concejal por seguir apoyando al aún gobierno municipal), han venido actuando de espaldas a nosotros cuando no en nuestra contra".
Morales reconoce que la gota que colmó la paciencia de su grupo, fueron las explicaciones contradictorias que tanto Carlos Rojas como Francisco Villoslada le dieron a él y a su partido, tras el encierro protagonizado por cuatro concejales del equipo de gobierno en el Puerto de Motril, para pedir información sobre unas obras. El Grito desautorizó a Villoslada públicamente y ahí comenzó la fractura definitiva.
A partir de ahí, se gestó la nueva mayoría y el PSOE vio la puerta abierta a la alcaldía. El pasado día 23, se presentó la moción de censura firmada por los nueve concejales del PSOE, los dos de Izquierda Unida, el único del partido independiente ADMI, y Vicente Morales, cuyo partido Grito, optó por el cambio, y pidió que le devolvieran el acta del otro edil, Francisco Villoslada, que mantiene su apoyo al PP.
Vicente Morales relata que desde ese momento ha vivido un infierno. Ha visto pintadas en las inmediaciones de su domicilio, en la pedanía de Torrenueva, en las que se le acusa de haber cobrado dinero por el cambio, y en las que se le llama "judas". Además, ha recibido continuos mensajes amenazadores. El culmen fue un mensaje grabado en el teléfono en el que se le prometía el mismo fin que tuvo el abuelo de uno de los concejales que también ha firmado la moción de censura, José Carlos López Pérez, de ADMI. Cuando Morales investigó supo que a ese hombre lo habían fusilado.
El concejal cree que todo ha llegado demasiado lejos. Dijo que "nunca creí que iban a llegar a esto por quitarles el poder". Culpa de la ruptura al propio equipo de gobierno, por la última "bofetada moral" del encierro en el Puerto, y considera que los que han emprendido la campaña en su contra, "no tienen elegancia ni para insultar". La situación es tan "chusca", que si no fuese por lo grave del asunto, podría describirse como "un tebeo, vamos... es una situación típica de Mortadelo y Filemón".
La moción de censura se discutirá el próximo lunes, 4 de octubre, en un pleno extraordinario, al que Morales acudirá con protección policial. Una situación que califica de lamentable y poco acorde con la democracia del siglo XXI.
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