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Reportaje:FÓRUM DE BARCELONA | Documento íntegro de la declaración

El Compromiso de Barcelona

Declaración de ciudadanos y ciudadanas por un desarrollo justo, humano y sostenible

Los promotores del Fórum Universal de las Culturas, desde nuestras responsabilidades, recogemos el sentir de muchos ciudadanos y ciudadanas que lo han vivido y representado, y trasladamos a la opinión pública, instituciones y gobiernos la siguiente declaración:

Nosotros, mujeres, hombres, niños, jóvenes, adultos; con diferentes intereses, saberes, creencias y visiones del mundo; procedentes de ciudades grandes y pequeñas, de pueblos y aldeas; desde 180 países de los cinco continentes; individualmente o agrupados en asociaciones y entidades; participantes en movimientos sociales, culturales, religiosos y políticos; representando a organizaciones humanitarias, solidarias y cooperativas; actores de la sociedad civil internacional; con el apoyo del sistema de Naciones Unidas, las asociaciones de ciudades, sindicatos, empresas, universidades, fundaciones, medios de comunicación y autoridades locales.

Proponemos la progresiva desprivatización de los recursos naturales y que sean bienes de interés público
Proponemos reformar las instituciones mundiales para dar respuesta a los desafíos de la globalización

Nosotros, reafirmándonos en los principios establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Declaración Universal de la Unesco sobre Diversidad Cultural; reiterando nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo del Milenio propuestos por Naciones Unidas para luchar contra la pobreza y la exclusión social; teniendo en cuenta las cosas dichas en las últimas ediciones del Foro Social de Porto Alegre, del Foro Económico de Davos, del Foro Ambiental de Kioto, en las Cumbres de Desarrollo Sostenible de Río de Janeiro y Johanesburgo y en el Foro Urbano de Nairobi y Barcelona, hemos puesto en Barcelona las bases para emprender juntos un camino efectivo hacia un mundo más justo, más seguro, más rico, más diverso, más sostenible: hacia un mundo en paz.

Nosotros nos hemos encontrado, durante 141 días, para ver, presentar, debatir, escuchar, crear, disfrutar, disentir y acordar las cosas que nos importan, presentando propuestas e iniciativas, adoptando acuerdos y compromisos, suscribiendo manifiestos y declaraciones, concretando proyectos a favor de la paz, un desarrollo más sostenible y la diversidad cultural.

Nosotros valoramos el Fórum Universal de las Culturas - Barcelona 2004 como una nueva oportunidad para conocer y participar en la resolución de los problemas actuales del mundo, como una experiencia para llegar, a través de la palabra y el encuentro, a nuevos niveles de conocimiento y de acción a favor de un mundo mejor.

Nosotros, desde nuestra propia identidad, reconocemos que formamos parte de un planeta común, pequeño, finito, interdependiente y amenazado, por primera vez en su historia, por nosotros mismos, de destrucción nuclear o ambiental; reconocemos que la actual distribución de la riqueza y del poder excluye a muchas personas en todo el mundo; reconocemos que necesitamos nuevas instituciones que velen por un orden mundial diferente, basado en la justicia, la equidad, la negociación y el pacto; reconocemos que el mundo necesita un significativo cambio de rumbo para asegurar la supervivencia de la humanidad y del planeta.Nosotros rechazamos la pobreza de más de 1.000 millones de personas; rechazamos la guerra; rechazamos la negación de los derechos humanos en muchos lugares del mundo; rechazamos la explotación de las personas y en especial de los niños; rechazamos la marginación de las mujeres en las decisiones políticas, económicas y culturales; rechazamos todo tipo de violencia, especialmente contra las mujeres, los niños y los más desfavorecidos; rechazamos el uso de la religión y el nombre de Dios como estandarte de guerra; rechazamos la limitación de las libertades en aras de la seguridad; rechazamos la hipocresía de aquellos que no cumplen lo que firman y afirman; rechazamos la censura, las trabas a la libertad de expresión y el uso de los medios de comunicación como arma política de manipulación; rechazamos todas las formas de corrupción; rechazamos el coste de la guerra y el desamparo de la paz, la justicia y el desarrollo; rechazamos la impunidad de los que cometan crímenes contra la humanidad, el medio natural y el patrimonio cultural; rechazamos el crecimiento descontrolado de las ciudades; rechazamos la apropiación depredadora de los recursos naturales, especialmente el agua, la tierra, el bosque, la pesca y la energía; rechazamos la desaparición de lenguas y expresiones culturales; rechazamos la ignorancia como forma de opresión; rechazamos las causas sociales y económicas que generan los movimientos migratorios no deseados; rechazamos el uso de los sentimientos de la gente como coartada para separar países y enfrentar a los pueblos.

Nosotros defendemos la dignidad humana entendida como el derecho de todo ser humano a acceder a unas condiciones de vida (alimentación, vivienda, sanidad, educación, trabajo, etcétera) dignas; defendemos los derechos humanos como marco de convivencia para todo el mundo; defendemos el diálogo y la negociación como principio regulador de las relaciones entre países, comunidades y personas; defendemos las libertades individuales y la democracia como mejor sistema de convivencia política; defendemos la universalización de los valores de la sociedad del bienestar a partir de una generalización de los impuestos distribuitivos que permita un reparto de la riqueza y el poder en el mundo que haga más justa la globalización; defendemos la diversidad cultural como patrimonio de la humanidad; defendemos la cultura y la ciencia como bases del progreso de la sociedad; defendemos la consecución de compromisos políticos y económicos que establezcan una ética global; defendemos la universalización de la separación e independencia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como de los poderes económico, político y mediático; defendemos la universalización de la segregación entre la esfera de la política y de la religión; defendemos la instauración de una justicia internacional que persiga los crímenes contra la humanidad y contra el patrimonio cultural y ecológico y los delitos que violen los acuerdos económicos globales.

Nosotros, tras 141 días de reflexión y diálogo, teniendo en cuenta y apoyando las múltiples iniciativas, declaraciones e instituciones nacidas o dinamizadas durante las sesiones de trabajo, proponemos el diálogo y la negociación como paradigma de una nueva modernidad; proponemos una nueva modernidad basada en el diálogo, la negociación y el acuerdo y no en el conflicto y la guerra. Aceptamos la diferencia, la confrontación y el conflicto entre intereses distintos y legítimos, pero defendemos que el mundo, sus gobernantes y sus ciudadanos, aspiren a resolver los desencuentros a través de la negociación y el acuerdo. La paz se construye. La paz se edifica a través de políticas de prevención, se aprende, se articula desde la reconciliación entre contrarios. La paz es una realidad que hay que construir día a día; los progresivos cambios para llegar a ella hay que provocarlos.

Proponemos una nueva modernidad nacida de ciudadanos y ciudadanas críticos, activos, exigentes y libres, que convivan en el diálogo y en el acuerdo, en un marco de diversidad cultural, en sociedades democráticas basadas en los principios del derecho y la solidaridad social.

Apoyamos: "La creación de la Red Internacional de Derechos Humanos que impulsará la adopción de la carta de Derechos Humanos Emergentes; la creación de un foro permanente Oriente-Occidente; la ampliación de la Convención Plus de ACNUR para la reconciliación posconflicto y la dotación de un fondo para la reconciliación; el Campo de la Paz como instrumento para el diálogo intercultural entre niños; el diálogo interreligioso que se deriva de las conclusiones del Parlamento de las Religiones del Mundo; la instauración de la Casa de las Lenguas, centro de investigación de la diversidad lingüística; la firma del Compromiso de Barcelona por la convivencia; la Agenda 2007 de las Mujeres".

Proponemos una cultura constituyente de mejores formas de convivencia. Proponemos una cultura en la que confluyan las humanidades, la creación artística y el pensamiento científico superando así la improductiva dicotomía entre el conocimiento humanístico y el científico, avanzando en la creación de habilidades y herramientas de comprensión y acción más efectivas.

Proponemos una mayor centralidad de la cultura en la vertebración del desarrollo humano como fundamento constituyente de nuevas y mejores formas de vivir y de convivir. La cultura es un capital social insustituible en un modelo de desarrollo sostenible de las ciudades y las sociedades.

Proponemos que la cultura adquiera un papel más relevante frente a los desafíos del presente y del futuro. Es cultural aprender a convivir en libertad, a sacar el máximo provecho de la creatividad, a ahondar en la democracia, dar prioridad al desarrollo y la justicia social, promover la inclusión de todos en los beneficios del progreso y la participación en las decisiones colectivas.

Proponemos que todos los países del mundo reconozcan la diversidad cultural como patrimonio de la humanidad. La diversidad es expresión de libertad y ninguna práctica cultural debe violar nunca ningún derecho humano.

Proponemos que los bienes culturales no sean tratados como meras mercancías.

Proponemos preservar y fomentar las memorias compartidas, creadoras de comunidad.

Proponemos que los medios de comunicación, transmisores de información, conocimiento y creadores de opinión, ejerzan su función pública desde la libertad y el rigor, a salvo de cualquier forma de censura y servidumbre política, ideológica o económica.

Proponemos que la educación refuerce su condición de principal factor para el desarrollo individual y colectivo, y que la educación y la formación continuas sean objeto prioritario de las políticas públicas.

Proponemos fomentar el conocimiento y el reconocimiento de nuestra naturaleza biológica porque condiciona los itinerarios y los límites de la conducta humana individual y colectiva en sus dimensiones racional, moral, cultural y social.

Proponemos que se faciliten los medios para conseguir una sociedad científicamente informada que permita a los ciudadanos tener la capacidad para comprender y decidir de manera cabal sobre su futuro.

Apoyamos: "El compromiso con la Agenda 21 de la Cultura por parte de los gobiernos locales; la Convención Mundial de la Unesco 2005, en favor de la diversidad cultural como patrimonio de la humanidad; la creación de la primera Alianza Cultural de Larga Distancia sobre Derechos Culturales y Desarrollo Humano, portal de Internet que vincula derechos humanos y cultura; la creación de la Academia Ciencia y Sociedad; la proclamación del Manifiesto de Barcelona sobre deontología periodística, defensa de la libertad de prensa y lucha contra todas las formas de censura y de manipulación de la información; la creación del Observatorio Mundial del Estado de la Información; la creación del Secretariado Mundial para la cooperación entre reguladores del sector audiovisual; la declaración del COI en favor de la cultura de la paz y el juego limpio a través del deporte; la declaración sobre turismo, diversidad cultural y desarrollo sostenible; la rehabilitación de la medina de Tetuán como símbolo de cooperación para salvar el patrimonio y la memoria cultural.

Proponemos un progreso acorde con la dignidad humana.

Proponemos un modelo de desarrollo económico regido por una ética global fundamentada en la solidaridad.

Proponemos universalizar los valores aplicados a la construcción europea de desarrollo del Estado de bienestar, los derechos humanos, la convivencia en la diversidad y el predominio del derecho sobre la fuerza.

Proponemos que los derechos humanos, la distribución equitativa de la riqueza y el acceso universal a los recursos básicos, incluida la renta, sean imperativo del progreso global.

Proponemos una mejor distribución de la renta a partir del gravamen a los grandes beneficios de las corporaciones.

Proponemos que la responsabilidad social de las empresas, transformadas en agentes activos del cambio social, se traduzca en un mayor compromiso con las grandes problemáticas que afectan al mundo, especialmente el respeto al medio ambiente, los derechos laborales de las personas y el comercio justo.

Proponemos la progresiva desprivatización de los recursos naturales y que el aire, el agua y la energía sean considerados bienes de interés público.

Proponemos un nuevo progreso que cierre la brecha creciente entre países ricos y pobres.

Proponemos la progresiva reducción de los niveles de protección de la agricultura en los países ricos y el aumento, durante un tiempo limitado, de las ayudas con un compromiso inicial de liberalización progresiva de las importaciones industriales en los países en vías de desarrollo.

Proponemos un progreso que afronte sin espera el hambre y la pobreza, y elimine de esta forma la causa de muchas de las violencias sociales del mundo de acuerdo con las últimas iniciativas de Naciones Unidas.

Proponemos que los gobiernos cumplan sus compromisos de solidaridad con la cesión del 0,7 del PIB a los países en vías de desarrollo.

Proponemos un progreso que base la seguridad de las sociedades en la globalización de la justicia social y la dignidad de las personas, como condición necesaria para la paz.

Apoyamos: "La creación del Observatorio Mundial de responsabilidad Social Corporativa para contribuir a la corresponsabilidad de los actores económicos en la edificación de un orden mundial equitativo; la firma del Convenio Global sobre el Derecho del Agua y la adhesión a la campaña El agua no es un privilegio; el compromiso con los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas y la campaña para su divulgación en España; la extensión del microcrédito, el apoyo al Año Internacional del Microcrédito 2005 y el inicio de una campaña del derecho al crédito; la investigación y utilización de energías renovables; que la UNESCO considere la declaración de "trabajo digno" como patrimonio de la humanidad; la creación de una red estable de defensores del pueblo para la protección de los derechos de los ciudadanos; el derecho universal a percibir una renta mínima, garantía y fundamento de un nuevo concepto de ciudadanía.

Proponemos reformar las instituciones mundiales para dar respuesta a los desafíos de la globalización en el camino de una gobernanza global.

Proponemos que frente a los conflictos sangrantes en el mundo, y frente las múltiples caras del terrorismo, las instituciones mundiales tengan mayor protagonismo, sobre todo reforzando su papel de prevención, mediación y reconciliación.

Proponemos un nuevo compromiso de los gobiernos con Naciones Unidas, a fin de conferir a este organismo una mayor eficacia como mediador de conflictos, como promotor de un progreso justo, como garante de la universalización de la democracia y los derechos humanos.

Proponemos un compromiso de los gobiernos en sus programas de cooperación internacional para el desarrollo de instituciones democráticas y transparentes a todos los niveles, y en todos los países, de manera que la democracia no sea sólo un valor sino una práctica imprescindible.

Proponemos que frente a la globalización del tráfico ilegal de armas y de drogas, los paraísos fiscales, los crímenes contra la humanidad y el terrorismo, los delitos medioambientales y contra el patrimonio cultural, las instituciones mundiales estén dotadas de una justicia internacional global y efectiva y se inicie el camino hacia un gobierno mundial democrático.

Proponemos que las instituciones mundiales fomenten la creación de redes sociales y de participación que garanticen mayor seguridad y el proceso de construcción de una paz duradera.

Proponemos la separación efectiva de poderes entre la esfera política y la esfera religiosa.

Apoyamos: "La creación de un fondo contra la pobreza vinculado a los esfuerzos de los gobiernos en la lucha contra el hambre; la promoción de la campaña Por una globalización más justa; la reforma de Naciones Unidas en favor de una mayor participación de la sociedad civil.

Proponemos acercar el Gobierno a los ciudadanos fortaleciendo los procesos de descentralización y el papel de los gobiernos locales.

Proponemos que se reconozca a las ciudades como piezas básicas de la organización de la convivencia humana, dada su doble condición de lugar donde eclosionan los efectos más negativos de la globalización, pero especialmente de lugar donde se están construyendo las principales oportunidades de progreso y de cooperación humana.

Proponemos que se dote a las ciudades y los gobiernos locales de capacidades políticas y económicas para que puedan ejercer su función como espacio de encuentro, de intercambio y de expresión de la diversidad.

Proponemos que el Gobierno de la ciudad, como poder más próximo a la vida cotidiana, multiplique sus recursos para dar respuesta a las necesidades y exigencias actuales y futuras, para así avanzar hacia un horizonte de cohesión social y de bienestar.

Proponemos que todas las personas, también las que proceden de la inmigración, vean reconocidos sus derechos políticos, civiles y sociales, en especial los que atañen al trabajo, la vivienda, la sanidad, la educación y la participación política, y que las ciudades, como receptoras de los movimientos migratorios, obtengan los recursos necesarios para hacerlos efectivos.

Proponemos que la inmigración sea tratada como un proceso inherente a las dinámicas del mundo que exige una actitud de respeto y de solidaridad en los países receptores, y de responsabilidad y negociación en los países emisores.

Proponemos que, dada su imparable expansión como hábitat de la humanidad, las ciudades obtengan un mayor protagonismo en las instituciones mundiales.

Proponemos que las ciudades generalicen mecanismos de participación para que la sociedad civil se integre en los procesos de decisión y de gobierno.

Apoyamos: "Que Naciones Unidas promueva un tratado internacional que garantice un marco de autonomía económica, financiera y de gestión de los poderes locales; la creación, por parte de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos y UN-HABITAT, de un observatorio de las democracias urbanas".

Proponemos universalizar los principios y valores del Fórum Universal de las Culturas - Barcelona 2004 y expresamos nuestro compromiso para velar por su cumplimiento futuro.

Proponemos dar continuidad a los compromisos adquiridos ante la Unesco en la Asamblea General de noviembre de 1997 con la puesta en marcha de nuevas ediciones y reafirmamos los principios y valores del Fórum Universal de las Culturas - Barcelona 2004, que inspirarán las futuras convocatorias del acontecimiento.

Instituimos la Fundación Fórum Universal de las Culturas, que impulsará la realización de las futuras convocatorias y velará por el cumplimiento de los principios fundacionales. Proponemos a Naciones Unidas, la Unesco y Ciudades y Gobiernos Locales del Mundo su participación en la Fundación Fórum para garantizar la continuidad y la fidelidad de las futuras ediciones a los principios fundacionales del Fórum. Depositamos, con el mandato de dar continuidad a los principios y valores del Fórum Universal de las Culturas, a la ciudad de Monterrey, sede del Fórum 2007, nuestro legado, fruto del trabajo, la ilusión, el estudio, la experiencia, la participación, el entusiasmo y la esperanza de muchas personas que compartimos la preocupación por el futuro del planeta y de los seres humanos que en él habitan. Instamos a los organismos internacionales y a los gobiernos y poderes de todo el mundo a que refuercen la vigencia de los principios en favor de la paz, la sostenibilidad y la diversidad, en la confianza de que las conclusiones y propuestas surgidas del Fórum Barcelona 2004 se integren en las agendas de trabajo de organizaciones no gubernamentales, gobiernos e instituciones de las Naciones Unidas.

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