Los héroes cotidianos
Una exposición homenajea a los profesionales y voluntarios que protegen la vida de la gente
En uno de sus días libres, Antonio Rodríguez, voluntario de Protección Civil en San Fernando (Cádiz), paseaba de paisano por la calle, cuando vio a una chica tirada en el suelo tras sufrir un accidente de moto. Mientras otros se quedaban mirando, él se acercó, impidió que movieran a la víctima y evitó que le dieran agua, algo muy perjudicial en estos casos. Minutos después una ambulancia trasladó a la herida al hospital. A personas como Antonio, un héroe cotidiano, está dedicada una exposición que homenajea a aquellos profesionales que protegen las vidas de los demás, ángeles de la guarda muy reales y cercanos.
La muestra, que pretende ser itinerante y recorrer todo el territorio español, ha comenzado a exhibirse en el Parque Comercial Bahía Sur de San Fernando y podrá visitarse, de manera gratuita, hasta el 6 de octubre. Detrás de ella, está el respaldo y la colaboración de asociaciones como Bomberos sin Fronteras, Cruz Roja y Médicos sin Fronteras, junto a administraciones y entidades locales.
La exposición reúne fotografías y material utilizado por los profesionales. Trata de ser un recorrido explicativo del cometido de esos trabajos. Policías, médicos, bomberos, voluntarios, equipos de rescate o personal de salvamento marítimo figuran en varios paneles, en los que un texto detalla su labor y una imagen, la ilustra.
En algunos casos, estas personas han ayudado en grandes catástrofes como terremotos o inundaciones en muchas partes del mundo, fundamentalmente en los países más pobres. Pero la mayoría no han salido de su municipio. Los voluntarios de Protección Civil tienen que saber un poco de todo. Hacen tareas de primeros auxilios, de conducción, de servicio antiincendios o de regulación del tráfico.
Antonio está satisfecho de ayudar a la gente, de poder llegar a salvar vidas. Es su misión, aunque, la mayoría de las veces, desconoce lo que les sucede a aquellos a los que ha auxiliado. "Nosotros estamos hasta que llega el 061 y no nos enteramos de si han evolucionado bien o mal".
Junto a la exposición, hay un taller para los más pequeños. Está dividido en dos partes, una que representa la calle y otra, el interior de una casa. Los niños son instruidos en lecciones de educación vial y de prevención de accidentes domésticos. En una cocina de juguete les enseñan que deben tener cuidado con el fuego, que el mango de la sartén no debe sobresalir, que no deben jugar con la plancha y que los enchufes son peligrosos. Los pequeños también aprenden que la policía no es mala y que, si tienen algún problema, los agentes les podrán ayudar.
Juanma, de cinco años, acudió ayer al taller y descubrió lo que era una urgencia. Junto a su hermana Cristina coloreó el dibujo de un guardia urbano capturando a unos ladrones. Se llevó a casa varias pegatinas con el teléfono de emergencia 112. Ahora sabe que, cuando marque ese número, vendrán al rescate los héroes cotidianos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.