Lanchas, sables y camillas

Todo héroe tiene sus artilugios característicos. Superman tenía una capa, Batman, un coche con forma de murciélago y el Capitán Trueno, una espada y un escudo. Los héroes cotidianos también tienen sus herramientas. El material de policía, bomberos, Salvamento Marítimo o Protección Civil también se exhibe en la muestra, gracias a la cesión de objetos realizada por los propios colectivos profesionales.

Es un repaso al presente y al pasado. Los visitantes podrán descubrir que la policía local del siglo XVIII llevaba grandes sables en lugar de pistolas. Un uniforme de gala es el elemento más vistoso en el panel reservado a la guardia urbana. A su lado, la indumentaria actual. En la parte dedicada a Protección Civil, un maniquí de reanimación permanece acostado sobre una camilla flotante.

La muestra recupera también algunos elementos curiosos de la historia como varios documentos de identidad de los antiguos territorios españoles en África. Los papeles, que regulaban a los ciudadanos según la tribu a la que pertenecían. Se exhiben los conocidos como pasaportes de interior, que se utilizaban para trasladarse de una provincia a otra.

Bomberos sin Fronteras ha aportado una colección de imágenes de las últimas catástrofes en las que han intervenido, como la erupción de un volcán en el Congo en 2002, las inundaciones de Nicaragua ese mismo año o el terremoto de Argelia de 2003.

Los voluntarios de Protección Civil también se han preparado para posibles catástrofes similares que pudieran ocurrir en España. "Nos tenemos que formar por si hay un grave accidente de un tren o por si ocurre otro gran atentado como el del 11-M", explica Antonio Rodríguez. En esos cursos aprenden que cuando hay muchas desgracias personales, primero hay que salvar a los más leves y dejar para el final a los más graves. "Si hay muchos heridos, hay que salvar a cuantos más mejor. Si ayudas a uno muy grave, puedes perderlo igualmente y no has auxiliado a los que tenían segura recuperación".