Menos viajes y más competencia
El sector turístico ve con incertidumbre el futuro pese al crecimiento en el número de visitantes
Los establecimientos hoteleros andaluces contabilizaron en los meses de julio y agosto un 4,6% más de clientes y un 5,3% más de pernoctaciones que en el mismo período de 2003.
Contemplados fríamente, los datos hablan de una situación de bonanza de la actividad turística en Andalucía, pero lo cierto es que en los últimos meses se han sucedido dentro del propio sector manifestaciones contradictorias e interpretaciones de todo signo que han generado cierta confusión sobre la realidad de la situación y, especialmente, sobre las expectativas de futuro.
La temporada alta de 2004 se presentaba de hecho plagada de incertidumbre por la coyuntura económica internacional y con dos tendencias muy diferentes en los meses previos: descenso paulatino de la llegada de turistas extranjeros y aumento constante del turismo nacional.
La irrupción de nuevos destinos en el Mediterráneo supone una fuerte competenciaLos hoteles de la Costa del Sol perdieron en julio y agosto un 16% de clientes extranjeros
Como toda estadística, las cifras del turismo pueden ser contempladas desde diversas perspectivas según con qué se comparen y quien lo haga. La Encuesta de Ocupación Hotelera que elabora el INE constata que el incremento de viajeros llegados a Andalucía en julio y agosto supera en un punto a la media nacional -3,7%-, aunque inferior al registrado en Baleares (6,6%), Cataluña (6,2%) y Canarias (5,8%).
Pero el crecimiento de las estancias producido en Andalucía -5,3%- es el mayor entre las principales comunidades turísticas españolas, y más de tres puntos superior a la media del país, que fue del 2,2%. Las pernoctaciones hoteleras en los dos principales meses del verano aumentaron un 0,9% en Cataluña y un 0,4% en Baleares, apenas experimentaron variación en Canarias, y descendieron un 1% en la Comunidad Valenciana.
Durante julio y agosto, la comunidad andaluza se mantuvo como el destino preferido de los turistas españoles. Una de cada cinco estancias de clientes nacionales se produjo en un hotel andaluz. La menor dependencia de los mercados emisores extranjeros explica en buena medida la mejor evolución del movimiento hotelero que en otras comunidades, pero es también la causa del retroceso del principal destino vacacional andaluz, la Costa del Sol.
En los tres últimos veranos, las estancias de los turistas extranjeros en Andalucía no han dejado de retroceder. En julio y agosto se contabilizaron 3.720.745 estancias, 194.775 menos que en el mismo periodo de 2001.
Hasta entonces los turistas extranjeros producían más pernoctaciones que los españoles, pero la tendencia se invirtió de forma notable. Aquel verano se repartieron casi a partes iguales, con una diferencia de apenas 1.288 estancias, pero ahora la situación es radicalmente diferente. En julio y agosto se contabilizaron 5.899.714 pernoctaciones de turistas españoles, 2.178.969 más que las de extranjeros.
Esta situación afecta especialmente a la Costa del Sol. La irrupción de nuevos destinos en el Mediterráneo como Turquía, Bulgaria, Croacia, o Túnez, que ofrecen precios más baratos, ha significado una fuerte competencia. Además, el principal país emisor de turistas, Alemania, atraviesa en los últimos dos años por una importante crisis económica que ha tenido como consecuencia una significativa reducción en la salida de viajeros. Al retraimiento del mercado internacional contribuyen además otros factores como la crisis de Irak y el temor a atentados terroristas, el incremento de los precios del petróleo y la fortaleza del euro, cuya paridad con el dólar ha abaratado mercados lejanos de gran atractivo como el Caribe o determinados países asiáticos. La Costa del Sol se ha visto perjudicada este año además por la caída de la libra frente al euro. A diferencia de Baleares, cuyo cliente mayoritario es el mercado alemán, el principal flujo de turistas extranjeros a la costa de Málaga procede de Gran Bretaña.
En julio y agosto, los hoteles de la Costa del Sol perdieron un 16% de clientes extranjeros y estancias respecto a los mismos meses del año anterior. La caída del turismo internacional afecta también a Granada y Sevilla, 11% y 2,5% respectivamente en agosto.
Más que la caducidad del modelo, la Costa del Sol se ve afectada por la competencia de otros productos de sol y playa similares. La Organización Mundial del Turismo estima que entre el 70% y el 75% de los viajes de vacaciones se realizan a un destino de sol y playa. En Andalucía hay datos que avalan esta preferencia, como los espectaculares incrementos de movimiento hotelero registrados en el litoral de Huelva y Cádiz, que en julio y agosto fue del 40% y 20% respectivamente.
Buena parte de las voces de queja sobre la situación del turismo basan sus argumentos en el índice de ocupación hotelera, que no es un indicador directo como el número de viajeros o de estancias en hotel. La ocupación es el resultado de dividir el número de pernoctaciones producidas entre el de plazas hoteleras existentes al día, por lo que no sólo depende del número de turistas. En los últimos años ha habido un importante aumento de la oferta hotelera, por lo que al aumentar significativamente el denominador y apenas variar el numerador, el cociente se reduce. En agosto el índice de ocupación media fue del 70%, dos puntos menos que en 2001, pero es que el número de camas desde entonces se ha crecido por encima del 10%.
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