"No creemos que las escuelas deban impartir ninguna creencia"

El próximo lunes, el Ministerio de Educación dará a conocer su borrador para el debate de la reforma de la Ley de Calidad. La consejera de Educación de la Generalitat, Marta Cid, califica como "histórico" este debate porque indicará el desarrollo del nuevo modelo territorial y competencial. Desde Cataluña, Cid apuesta por una escuela laica.

Pregunta. ¿Cuál es su postura sobre la asignatura de religión?

Respuesta. Nosotros queremos primero analizar el documento del ministerio y estudiar su propuesta. Es muy pronto para hablar un aspecto tan específico. Pero creo que, sobre la religión, hay dos aspectos diferenciados: uno se refiere a su conocimiento como historia de las civilizaciones, y otro es que la religión como creencia sea una asignatura a impartir dentro del currículum Lo primero forma parte de nuestra historia. Sobre la segunda opción, nosotros apostamos por una escuela laica y no entrar en el tema de la religión como práctica y evaluación. No creemos que los centros deban dar una asignatura de religión.

P. ¿Por qué?

R. El espacio educativo supone abrirse a la convivencia y acoger la diversidad. Según cómo se enfoque la cuestión, podría comportar la profundización de las diferencias. Lo que hay que promover es el valor de ciudadanía

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P. ¿Qué espera de la nueva ley?

R. Su punto de partida será muy importante porque debe dibujar el nuevo modelo territorial de descentralización del que habla el Gobierno central. La anterior ley -la LOCE- había generado desde Cataluña muchos recursos en el Tribunal Constitucional por una cuestión de competencias. Nosotros queremos una ley que establezca unos principios básicos, que deje ejercer y desarrollar las competencias.

P. ¿Y la financiación?.

R. Las leyes han de ir acompañadas de memorias económicas. Si una ley de habla del concierto del P-3, se debe ser consciente de que esto genera gastos muy importantes. También supone un desembolso importantísimo en nuestro presupuesto habilitar las herramientas necesarias para incorporar al sistema educativo al alumnado de procedencia inmigrante. Nosotros pensamos que quien tiene la competencia ha de asumir la consecuencia.

P. Estas dos condiciones -el respeto de las competencias y finanicación-, ¿son irrenunciables para apoyar la ley?

R. Primero tenemos que analizar el documento que se expondrá el lunes. Pero me consta la buena sintonía que tenemos con el ministerio en estos temas. Creo que no es una cuestión de regateo: se ha de asumir realmente cuál es la consecuencia de la aplicación del despliegue de la ley.

P. ¿Qué aportaciones específicas ha ofrecido la Generalitat al borrador de la ley?

R. Recibimos un índice de temas que hemos respondido, ya se verá. Una de las cuestiones que nos preocupa es que estamos marcados por cinco legislaciones, parte de las cuales han sido derogadas por la anterior, lo que da una sensación de desbarajuste. La clave para nosotros, repito, es el respeto competencial y la financiación.

P. ¿Cómo ha vivido el inicio de curso?

R. La primera reflexión es que el sistema educativo es cambiante, ya no es inmóvil. Nosostros nos hemos comprometido a responder de forma flexible y eficiente las necesidades que se vayan generando. Hemos aportado 2.200 profesores más al sistema, además de más de 600 aulas de acogida para el alumnado inmigrante.