Maragall dice que los presupuestos del Estado no cumplen sus deseos

Pasqual Maragall reconoció ayer que los presupuestos generales del Estado de 2005, aprobados por el Consejo de Ministros, aunque son "positivos", no colman todos sus deseos. "No son los presupuestos que nos harían felices del todo", afirmó. Esquerra Republicana, el partido con el que el PSOE cuenta para sacar adelante el presupuesto, advirtió ayer de que no puede apoyarlos sin una sustancial modificación.

Maragall calificó de "positivas" las cuentas públicas para 2005, aunque precisó: "Evidentemente, no son los presupuestos que nos harían felices del todo, ni mucho menos". Para argumentarlo, el presidente se refirió a la situación económica que han heredado los socialistas en el Gobierno central, que comparó con la que ha recibido la Generalitat de Convergència i Unió. "Nos ha pasado, quizá no tanto allá [en el Gobierno central] como aquí [en la Generalitat], pero también un poco, que había más agujeros escondidos de los que quizá se imaginaba el nuevo Gobierno", agregó.

"No es que no me gusten, es que no me gusta la situación económica que tiene el Gobierno del Estado, que es insuficiente para reconducir las transferencias que se han de hacer para que las competencias que tenemos se puedan cumplir. Es un punto de partido malo", afirmó Maragall.

Más pesimistas se mostraron en Esquerra Republicana. El presidente del grupo en el Congreso, Joan Puigcercós, advirtió de que en su actual redacción los republicanos rechazarán el presupuesto por entender que no "hay un equilibrio en las infraestructuras previstas" y "su contenido social es insuficiente".

Puigcercós apeló al "sentido común" del PSOE para mejorar las cuentas públicas durante su trámite parlamentario y para aceptar las enmiendas que persentará ERC. El dirigente de ERC reclamó un mayor esfuerzo inversor en Cataluña para corregir el desequilibrio territorial y denunció que el Gobierno todavía sigue favoreciendo a Madrid. Asimismo, pidió un incremento de la partida destinada al fondo de inmigración -"30 o 40 millones de euros son rídiculos", manifestó- y una solución para reducir la deuda de la sanidad pública catalana.

En cualquier caso, Puigcercós valoró el ajuste de las tarifas del IRPF a la inflación, el aumento de las pensiones y el apoyo al plurilingüismo.

El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, admitió que su grupo "ve muy difícil" aprobar los presupuestos. "CiU no puede aprobar los presupuestos a cambio de tres o cuatro medidas genéricas y cuatro obras de las que llamamos de campanario", señaló, aunque mostró su disposición a hacer todo lo posible para dar su visto bueno a las cuentas públicas de 2005. Duran lamentó que no se incluya la construcción del segundo tramo del cuarto cinturón de Terrassa a Granollers.