Un informe alerta de la pérdida de peso exportador y de atracción turística

Una cosa son los tópicos y otra las realidades, aunque sus límites estén a veces desdibujados. Edem, la Escuela de Dirección de Empresas del Mediterráneo, presentó ayer un informe sobre la economía valenciana en el que desmitifica sus tópicos en un repaso por la realidad exportadora, agraria y turística. El informe constata la pérdida de peso exportador de la Comunidad Valenciana, el predominio de un modelo turístico que está en jaque ante el nuevo escenario de oferta y demanda, y la necesidad de acometer cambios que devuelvan parte de la vitalidad perdida o en peligro.

¿Tiene la Comunidad Valenciana la agricultura fértil y competitiva que se le atribuye?. ¿Es una autonomía tan emprendedora, con vitalidad turística y capacidad exportadora?. El informe presentado ayer por el director de Edem, Rafael Lluch, y realizado por el centro de documentación e investigación adscrito a esta Escuela de negocios, desmonta estos lugares comunes de la economía valenciana, acercándolos a la realidad.

La intensa actividad exterior valenciana no evita que su participación en el total de la exportación española haya bajado (del 16,6% en 1991 al 12,3% en 2001). Realidad que no se combina con una mayor cuota de mercado en el comercio internacional. El aumento de la competencia explica en parte la evolución, y también la dependencia del precio de unos productos sustituibles por los de otros países y que, además, no tienen un lugar creciente en los hábitos de compra. Por ello, recomienda la diferenciación de producto, buscando segmentos de mayor calidad y más contenido tecnológico o mercados con menor competencia. También pide rediseñar los procesos productivos en busca de más productividad.

Sobre la agricultura, el informe recuerda que ésta supone entre el 2% y el 3% del PIB autonómico, que se eleva hasta el 20% teniendo en cuenta a la industria agroalimentaria. El estudio recuerda que la competencia es mucha y que será mayor porque la necesidad de estabilizar muchos países en vías de desarrollo desmantelará progresivamente las barreras comerciales y esboza la necesidad de penetrar en nuevos mercados, entre otros.

El informe también recuerda que el turismo, que supone el 11% del PIB valenciano, se asocia al uso intensivo de recursos naturales y a una oferta de precios bajos amenazada por la aparición de nuevos destinos. El informe subraya que las pautas de consumo han cambiado, se ha roto el mes tradicional de vacaciones y se buscan alternativas al litoral. Entre la oferta, destaca el cluster de Benidorm, como modelo sólido.

En el apartado emprendedor deja ver que la vitalidad empresarial valenciana se basa en la comercialización y no en lograr una mejor producción. El dinanismo, por otro lado, supone un mayor ritmo de creación de empleo pero orientado hacia ocupaciones de cualificación baja y salarios más bajos.