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VIOLENCIA EN IRAK

El censo para las elecciones de Irak se basará en la lista de reparto de alimentos

Un equipo de la ONU con apenas 12 personas organiza los comicios previstos para enero

Ramón Lobo

Desde el diminuto despacho del uruguayo Carlos Valenzuela, el coordinador de la ONU para la organización de las elecciones en Irak, se escucha el constante volar de los helicópteros. Son 12 personas de la ONU para preparar unos comicios en un país de 26 millones con gravísimos problemas de seguridad. La oficina está en la zona verde, la más protegida de Bagdad, que acoge las embajadas de Washington y Londres, la presidencia y el Gobierno iraquíes. Allí trabaja con la comisión electoral independiente, ajeno a las presiones internacionales, con un único objetivo: que los comicios sean creíbles.

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Valenzuela recuerda que la ONU tiene experiencia en organizar procesos electorales en lugares muy conflictivos como Camboya, en 1992, y Timor Oriental, donde estuvo junto a Sergio Viera de Melo, muerto en agosto de 2003 en el atentado contra la sede de Naciones Unidas en Bagdad. Cuando se le pregunta si es posible realizar un censo en las condiciones que se dan en Irak, el coordinador resta valor a esa herramienta, que, a su juicio, es un instrumento de control fácilmente manipulable. "En las elecciones surafricanas de 1994 no había censo y fueron democráticas. Lo esencial es disponer de una lista electoral que incluya a todos los que cumplan el requisito legal para votar [iraquíes que hayan cumplido los 18 años]. El listado y la identificación individual son los que otorgan la legitimidad al proceso. La lista electoral ordena el voto y permite la planificación electoral. Organizar unas elecciones es la campaña logística más grande en una situación de paz", dice.

"En Irak hemos partido de cero. Había un registro civil, pero no servía, pues es manual. Tomamos como base de trabajo la lista de distribución de alimentos" del régimen anterior. Paul Bremer, el procónsul estadounidense en Irak hasta el 28 de junio, que en un principio era reacio a la presencia de la ONU, ideó otro sistema basado en la cartilla de racionamiento, pero éste tenía un defecto: en ella sólo figura el cabeza de familia y tuvo que abandonarlo.

"Esa lista es un primer paso". No incluye a todos los iraquíes con derecho a voto. Las clases altas nunca quisieron estar incluidas en la distribución de alimentos; tampoco están los que se marcharon del país. La lista se renueva cada año entre el 14 de noviembre y el 15 de diciembre. "Aprovecharemos la oportunidad para situar agentes electorales en los 600 centros y corregir los datos equivocados e incluir los nuevos. Dispondremos así de un primer borrador a finales de diciembre, que se someterá después a una validación pública

[otra oportunidad para enmendar fallos] y se elevará como definitiva a primeros de enero".

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Credibilidad

Además de la lista de electores, según Valenzuela, es capital que exista un organismo confiable. "Hemos optado por una comisión electoral independiente de los partidos políticos, del Gobierno interino y de los países extranjeros". Esa comisión emitió esta semana su primer anuncio en todas las televisiones árabes que se pueden ver en Irak en el que explica su función.

El coordinador de la ONU en Bagdad insiste en que la clave es la credibilidad del procedimiento electoral; si hay sospechas de su limpieza, el resultado estará contaminado. "Cuando se celebran elecciones en una situación de conflicto, el objetivo no es sólo elegir un Gobierno, sino el de dar estabilidad y crear un Estado de Derecho. No se trata de unas elecciones normales. En Timor celebramos un referéndum en 1999 bajo la ocupación indonesia y la gente pudo expresar su opinión y por ello pagaron un alto precio [miles de muertos en la represión posterior], pero ahora es un país independiente". "Las elecciones no son una garantía para la pacificación, pero la experiencia indica que pueden ayudar a dinamizar el proceso político, pero para lograrlo deben de ser creíbles".

El sistema elegido por la ONU para elegir la Asamblea Nacional en enero es el proporcional, sin correcciones ni barrera mínima de acceso. Podrán concurrir partidos, asociaciones, movimientos e individuos. La circunscripción será única, y las listas, cerradas. Cada grupo puede presentar entre 12 y 275 candidatos en cada papeleta (se aceptarán listas uninominales, a propuesta de los iraquíes). La única obligación es que cada tres hombres haya una mujer.

La cuestión no es si las elecciones de enero tienen que celebrarse a cualquier precio o aplazarse, aseguran fuentes diplomáticas; el problema es que Washington y Alaui consideran las elecciones de enero un fin en sí mismo, y no un primer paso para invertir una situación que se les está yendo de las manos.

Otro diplomático apunta: "Son la marca en la pista de despegue. Indican dónde está el límite para abortar la maniobra. Si lo traspasas, sólo quedan dos opciones: levantar el morro del avión o estrellarse".

El primer ministro interino de Irak, Ayad Alaui, con el presidente de EE UU, George Bush, el martes en Nueva York.
El primer ministro interino de Irak, Ayad Alaui, con el presidente de EE UU, George Bush, el martes en Nueva York.AP

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