Oriente Próximo: peligroso y rentable
En el último año las grandes compañías petroleras internacionales han estado muy atentas para invertir en Oriente Próximo a la mínima señal de concesión por parte de cualquier país de la zona. Muchas de esas compañías esperaban invertir en Irak tras una guerra rápida, pero la cosa se torció, y bastante. Y como en el negocio petrolero el que se queda quieto pierde, las compañías buscaron de inmediato otro lugar para invertir en exploración y producción de hidrocarburos.
Los grandes productores como Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí e Irán rápidamente vieron la oportunidad de atraer ese dinero y comenzaron a abrir sus mercados a la inversión extranjera. Estos países hace tiempo que necesitan de capital extranjero para desarrollar sus sectores energéticos, pero siempre han sido muy reacios a permitir que las empresas occidentales participaran de sus negocios.
En un último año de precios récord y aumento imparable de la demanda, sin embargo, todos vieron la oportunidad. Entre los proyectos más destacados figura el de la petrolera estadounidense ExxonMobil, la mayor del mundo, que en octubre del año pasado anunció un acuerdo con el Gobierno de Qatar para invertir 12.000 millones de dólares en el sector del gas. Poco después, la también petrolera estadounidense ChevronTexaco, junto a la surafricana Sasol, llegan a un acuerdo para invertir 6.000 millones, también en Qatar.
El país del golfo Pérsico, pese a su pequeño territorio, dispone de la tercera reserva mundial de gas natural, por detrás de Irán y Rusia, y se reparte con Teherán el mayor yacimiento de este combustible del mundo, el North Field. Se calcula que Qatar posee gas como para 250 años.
Los Gobiernos de Riad y Teherán decidieron también abrir sus sectores energéticos a la inversión extranjera aunque de forma más paulatina que Qatar. Pese a que no está en Oriente Próximo, otro país con grandes reservas de gas y crudo que se ha abierto mucho a la inversión extranjera últimamente es Libia. Las petroleras estadounidenses hacen cola para volver a Trípoli tras 18 años de ausencia por el embargo de Washington contra el régimen de Gaddafi y quieren ganar terreno a las europeas, encabezadas por Repsol YPF, que ya saca tajada del país con las mayores reservas de crudo de África (29.500 millones de barriles).
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