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Asesinado un comandante paramilitar en Colombia

El asesinato de Miguel Arroyave, uno de los comandantes paramilitares sentados a la mesa de negociación con el Gobierno, enrarece aún más el complicado proceso de paz con estos grupos ilegales. Arroyave salió el domingo de Santa Fe de Ralito, zona de ubicación donde se lleva a cabo el diálogo, con un permiso especial del Gobierno. En avión oficial viajó a San Martín, población de Los Llanos orientales, y de allí continuó su viaje, por su cuenta, a territorios controlados por sus hombres. Arroyave pretendía congregar a su tropa para iniciar la desmovilización y el desarme. En el camino fue atacado con roques y armas automáticas. Murieron, además de su jefe de finanzas, dos de sus guardaespaldas.

Arroyave era comandante del Bloque Centaurus, uno de los más poderosos grupos paramilitares, con más de 5.000 hombres, que actúan en los llanos de este país. La guerra a muerte con las autodefensas del Casanare, comandadas por Martín Llanos -quien no participa en los diálogos-, había provocado dos ultimatos del Gobierno. El último, el pasado sábado: "O los paramilitares del llano se someten o los derrotaremos militarmente", les dijo el presidente Álvaro Uribe. Hay varias hipótesis sobre la autoría del crimen: que fue un sector del mismo Bloque Centaurus opuesto a la desmovilización, que fue la guerrilla de las FARC, que la orden vino de Santa Fe de Ralito por diferencias con el alto mando paramilitar. Esta última versión se dio también cuando en abril pasado desapareció Carlos Castaño, máximo comandante paramilitar. No hay certeza de si está vivo o muerto.

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