Siria repliega a 3.000 soldados del centro de Líbano tras las presiones de la ONU
Damasco dice que la retirada total se hará sólo cuando se resuelva el problema palestino
Alrededor de 3.000 soldados sirios acantonados en el centro de Líbano se replegaron ayer hacia el valle de la Bekaa, junto a la frontera con Siria, a medio camino entre Beirut y Damasco, en un gesto que podría convertirse en el inicio de una retirada más importante. Este repliegue tiene lugar una veintena de días después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, bajo el patrocinio de Francia y Estados Unidos, aprobara una resolución que conminaba al Gobierno sirio a retirar los soldados que desde 1976 tiene desplegados en el país vecino.
La salida de estos soldados sirios del centro de Líbano se inició ayer a primera hora de la madrugada, cuando cuatro pequeños acuartelamientos de la región de Aramoun, a unos quince kilómetros al sureste de Beirut, recibieron la orden de retirarse con su material para reagruparse en un punto más alejado situado en los montes drusos, para iniciar finalmente desde allí el viaje hacia un penúltimo destino: el valle de la Bekaa, junto a la frontera siria.
La operación se llevo a término bajo la supervisión de oficiales de los Ejércitos sirio y libanés, horas después de que el ministro de Defensa de Siria, el general Hassan Turkami, efectuara un viaje inesperado a Beirut donde se entrevistó con las autoridades a las que transmitió las consignas de Damasco de replegar las tropas y acercarlas a la fronteras, dejando entrever a la comunidad internacional la posibilidad de una retirada parcial.
La maniobra no es nueva. Siria prefiere salir de Líbano poco a poco, con sigilo, para no dar la sensación que se doblega ante las presiones internacionales, ni siquiera a la resolución de la ONU que el pasado 2 de septiembre le ordenó sacar de una vez por todas sus soldados del territorio vecino, poniendo fin a una ingerencia y ocupación que ha durado 28 años. Desde el año 2000 Damasco ha efectuado otros cuatro repliegues similares, lo que ha supuesto en la práctica una reducción de un 50% de las tropas que están desplegadas en Líbano. Aun así, en este país quedan entre 16.000 y 18.000 soldados sirios.
El repliegue de las tropas sirias hacia su frontera se produce en un momento crucial para el régimen de Damasco, mientras no cesan las presiones internacionales reclamando la libertad de Líbano, la salida de las tropas extranjeras y el inicio de un verdadero proceso de democratización, que permita al Gobierno de Beirut asumir la plena independencia y acabar con el tutelaje al que se vio sometido a raíz de la guerra civil que estalló en 1975.
El ministro de Defensa libanés Mahmud Hamud se negó en todo momento a hablar de sometimiento y de retirada de las tropas sirias y anunció de manera solemne que la retirada de las tropas de este país amigo con el que desde 1991 tienen firmado un Acuerdo de Fraternidad, Amistad y Cooperación, se llevará a término cuando se haya resuelto el conflicto palestino y "se haya logrado poner fin a la ocupación israelí de todos los territorios árabes", es decir, de Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán y las Granjas de Chebaab.
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