Rajoy se ofrece a ir a la comisión del 11-M si así se anima Zapatero

El juego de envites cruzados sobre quién debe ir a la comisión del 11-M continuó ayer. Mariano Rajoy manifestó que a esta comisión acuden "quienes deciden Zapatero, Llamazares y Carod", y que, "si ellos lo deciden, le llamarán". Él se ofreció a acudir si con eso "se anima" el presidente del Gobierno a declarar. No obstante, el PP presentó ayer al presidente del Congreso un recurso de amparo en el que pide que se establezca un cupo para que cada grupo parlamentario tenga garantizado que se acepten un mínimo de sus peticiones de comparecencias.

Rajoy encaró la primera pregunta sobre la comisión del 11-M con visible desagrado. "Yo creía que íbamos a hablar de la Oficina Presupuestaria". Después desempolvó el trío "Zapatero, Llamazares y Carod", contra el que alertaba a sus votantes en la campaña para las elecciones del 14-M. A su juicio, ellos deciden "quién comparece, quién no, y cuáles serán las conclusiones".

Con esa actitud, Rajoy respondió: "Yo haré lo que digan esos tres señores, que son los que toman las decisiones". Añadió que él cree que tiene "poco que aportar" en la comisión, pero que está "disponible" y que estaría "encantado" de ir si esa comparecencia sirve para animar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a acudir a declarar, como sólo le ha pedido, de momento, el PP. "Si para que venga Zapatero tengo que venir yo, lo haré encantado", retó.

El líder del PP mostró su disgusto sobre la marcha de la comisión. "Nosotros defendemos que la comisión debía investigar cinco cosas: qué pasó; constatar que el Gobierno dijo lo que sabía; las manifestaciones del día 13 ante las sedes del PP; quién dio informaciones falsas, y analizar las acusaciones de que el PP intentó paralizar las elecciones". De todo eso, "sólo se ha hablado de lo segundo, intentando mostrar sin éxito que el Gobierno mintió".

Rajoy trasladó este mismo escepticismo cuando le preguntaron por la comparecencia de José María Aznar. "Tendrá el formato que quieran los señores Zapatero, Llamazares y Carod". En todo caso, el PP registró ayer su recurso de amparo al presidente del Congreso, Manuel Marín, para que se acepten sus peticiones de comparecencias. El PP pretende que se fije un cupo para que cada grupo parlamentario de la Cámara tenga garantizado que son aceptadas un mínimo de sus peticiones de comparecencias en una comisión de investigación. Los populares se sienten indefensos, dicen en el escrito, al no haber visto aceptados sus requerimientos de comparecencias en la comisión del 11-M, a excepción de la del ex secretario de Estado Ignacio Astarloa.

Un poco después de la declaración Rajoy, el socialista José Blanco animaba a éste a que "fuera coherente", ya que si estimaba oportuno que Zapatero acudiera a la comisión mucho más sentido tendría que acudiera él, dado que "fue el único candidato a la presidencia del Gobierno que compareció en público el 13 de marzo vulnerando la jornada de reflexión".

Se refería Blanco a la conferencia de prensa que dio Rajoy en la noche del sábado, víspera electoral, para denunciar que se estaban produciendo manifestaciones frente a las sedes de su partido. "También tendría algo que decir sobre la situación del terrorismo, ya que él era ministro del Interior cuando se produjo el atentado del 11 de septiembre".

Este dirigente socialista recordó que el PP solicita la comparecencia de Zapatero para que explique sus conversaciones de esos días trágicos con los medios de comunicación. "Yo también hablé con medios de comunicación esos días, pero el señor Rajoy dice que no recuerda si habló o no con medios informativos; el señor Rajoy no responde de nada, no se acuerda de nada", remachó. Pero Blanco no aclaró si el presidente acudirá o no a la comisión del 11-M. Mostró la "predisposición" de Zapatero a acudir, pero no desveló sus planes. En la dirección socialista se adelanta que Zapatero hará lo que estime conveniente, pero su partido y su grupo son mayoritariamente contrarios.

También son contrarios a que acudan Zapatero y Rajoy los representantes de Esquerra Republicana de Catalunya y el PNV.