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Manifestación de duelo sin precedentes en Fortaleny por el policía asesinado en Sueca

La pequeña localidad de la Ribera Baixa se queda pequeña para el entierro del agente

El policía local de Sueca Tomás Catalán Simó, de 36 años, fue enterrado en la tarde de ayer en Fortaleny, su localidad natal. El sepelio se convirtió en una respetuosa manifestación de reconocimiento del agente que fue abatido el pasado sábado por Felicísimo Maidé, de 41 años, en tratamiento psiquiátrico y en posesión de la licencia de armas para caza mayor. Fortaleny, un pueblo de la Ribera Baixa con poco menos de 1.000 habitantes, se quedó pequeño para rendir el último adiós al policía. Los aplausos y las lágrimas de unas 2.000 personas se confundieron en un emotivo acto.

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En un pueblo colapsado por la multitud y en presencia de representantes del Gobierno, la Generalitat y los ayuntamientos de Fortaleny y Sueca, el féretro fue llevado hasta la iglesia por compañeros del fallecido y de allí al cementerio por sus amigos. Catalán era muy apreciado por sus compañeros de trabajo, tanto de la policía como del resto de la plantilla del Ayuntamiento (ayer había unos 250 agentes, entre policías locales y guardias civiles, en su sepelio). Y era especialmente querido en Fortaleny. "Nunca tuvo una mala palabra con nadie; era atento y servicial; y siempre te recibía con una sonrisa en la cara", explicaba ayer, entre sollozos, Rafael Fuentes, primo político del fallecido. Las palabras de Fuentes eran las mismas que repetían todas las personas que le conocieron. Los sindicatos representados en el Ayuntamiento de Sueca se unieron para emitir un comunicado de solidaridad y reconocimiento del fallecido.

La llegada del féretro al Ayuntamiento de Sueca paralizó la actividad municipal pasadas las 13.30. Las primeras reacciones de dolor y consternación no se hicieron esperar. Una agente que custodiaba el ataúd en el salón de plenos fue víctima de un desvanecimiento.

Miguel Peralta, consejero de Justicia y Administraciones Públicas de la Generalitat, recordó ayer en Sueca que las licencias de armas de caza "son una competencia estatal, aunque no tiene demasiada lógica que una persona con problemas mentales disfrute de ese permiso", en clara alusión al homicida del agente. "De todas maneras, estos permisos se conceden por períodos anuales y este tipo de hechos vienen cuando vienen", añadió. El consejero ratificó que el policía fallecido recibirá la Medalla Individual al Mérito Policial de la Generalitat Valenciana, a título póstumo. Salvador Gil, alcalde de Sueca, manifestó que el Consistorio también distinguirá al agente, de la misma manera que lo hará el Gobierno central. Gil añadió que el Ayuntamiento de Sueca se personará en el juicio como acusación.

El féretro que contenía los restos mortales de Catalán fue trasladado a las 14.30 desde Sueca al domicilio paterno, en su población natal, por expreso deseo de la familia. Vicent Almudéver, alcalde de Fortaleny, había ofrecido el auditorio municipal, invitación que fue rechazada por María Simó, madre de la víctima, quien prefirió tener el cuerpo sin vida de su hijo en casa "aunque tan sólo sean dos horas". Todos los comercios de la localidad cerraron en señal de duelo.

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