El canal olímpico de aguas bravas estará dentro del parque de La Gavia

El parque de La Gavia, uno de los grandes proyectos medioambientales que el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha, albergará el canal de aguas bravas de la candidatura olímpica. El prestigioso arquitecto japonés Toyo Ito, ganador del concuro convocado el año pasado para rediseñar esta zona situada en el Ensache de Vallecas, presentó el martes los planos del proyecto. El canal estará situado en la cuña sur del parque. Esta instalación deportiva, al igual que todo este espacio, será un ejemplo de "sostenibilidad", en una zona de la ciudad en la que se están construyendo otras instalaciones de gran valor medioambiental: un bulevar bioclimático, una manzana de casas bioclimáticas, una barriada ecológica, el parque de La Gavia y, dentro de él, ahora el canal.

El parque de La Gavia comenzará a construirse en el primer trimestre de 2005. El canal de aguas bravas se hará independientemente de si Madrid es elegida como sede de los Juegos Olímpicos del año 2012. El coste del parque es de 18 millones de euros y el canal costará 1,8 millones. En Madrid hay 5.000 federados en piragüismo.El parque de La Gavia se convertirá en uno de los pulmones del sur de Madrid y allí, junto al arroyo que discurre por este espacio, se construirá el canal de aguas bravas de Madrid 2012. Varias esclusas de pequeño tamaño regularán el caudal del recorrido para las canoas. El canal se integrará en uno de los valles contemplados en el proyecto original de Toyo Ito, conocido como Árboles de Agua (watertrees).

El proyecto de Ito parte de que el agua de la depuradora de La Gavia, reciclada al 80%, regresará al futuro parque de Vallecas. El agua servirá para dotar a la zona verde de un conjunto de canales, lagos y estanques que ocuparán casi un tercio de la extensión total del parque. El objetivo de este proyecto es hacer un parque autosuficiente y sostenible, en el que los residuos se conviertan en un nuevo recurso para la ciudad.

Las láminas de agua y las fuentes en espacios públicos sustituirán a las extensas zonas verdes, que precisan una irrigación excesiva. Estas láminas y fuentes servirán para configurar microclimas húmedos. Para fertilizar las tierras se usarán los lodos procedentes de la planta depuradora de La Gavia.

Además, la idea de Ito es que el bosque albergue zonas boscosas, humedales, huertos, una granja-escuela y praderas destinadas al ocio, además de recuperar el cauce del arroyo de la Gavia, que ahora baja completamente contaminado.

Ito ha definido su proyecto como "una estructura para un sistema ecológico". El arquitecto japonés ha diseñado un conjunto de estructuras para que todo el agua vaya ganando en pureza conforme recorre el agua. Cuando el agua, que no es potable, haya completado todo el ciclo del parque volverá a la depuradora de La Gavia.

Ornamentos naturales

Dentro de este sistema de aguas se levantará el canal de piragüismo de Madrid 2012, que tendrá 8 metros de ancho y 380 metros de longitud. Todo el material de esta instalación huirá de elementos artificiales, como el plástico, e incidirá en ornamentos naturales.

La tribuna, que se situará en una de las colinas, será provisional para respetar al máximo el paisaje de este enclave. Esta instalación será una de las joyas de Madrid 2012 dentro de su proyecto medioambiental, porque cumple con todos los requisitos de sostenibilidad. Socialmente será un elemento que mejorará la vida de los habitantes del sur de la ciudad. Económicamente, el canal se financiará con el uso que harán de él las federaciones -en Madrid hay 5.000 federados y se espera que la cifra se duplique en tres años- y los escolares.

El parque de La Gavia ha sido elegido frente a otras opciones, como Valdebebas y la cuña de O'Donnell, porque el canal de aguas bravas no alterará la esencia y personalidad de este espacio y porque el agua se depurará en su totalidad de manera natural.

El solar del futuro parque tiene historia. Hace cuatro años, el Ayuntamiento derribó allí un grupo de chabolas construidas por traficantes de drogas. Estos narcos, que supuestamente procedían del poblado de Las Barranquillas, habían expulsado previamente a un grupo de unos 30 hortelanos de Vallecas. Ahora en la zona habrá un parque de 59 hectáreas.