Batalla entre Lula y la prensa
El presidente de Brasil niega que el proyecto para fiscalizar a los periodistas amenace la libertad de expresión
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sorprendió el martes a la opinión pública terciando personalmente en la polémica sobre el proyecto de ley enviado por su Gobierno al Parlamento para la creación de un Consejo Federal de Periodismo (CFJ), que tendrá poderes para "orientar, fiscalizar y disciplinar el ejercicio de la profesión periodística". "El derecho a la información es casi sagrado", afirmó tajantemente Lula, para luego asegurar que, mientras de él dependa, en Brasil "no volverá a suceder que se censuren artículos de periódicos". Añadió, aludiendo a quienes sospechan que el proyecto de ley servirá para introducir de manera velada la censura en Brasil, que "ni mucho menos eso volverá a suceder de forma disimulada".
La iniciativa ha suscitado críticas en la prensa brasileña e internacional
El escenario en el que Lula pronunció esas palabras, haciendo además referencia a su pasado de defensor de las libertades, no podía ser más importante. Se trata de la clausura de la reunión bienal de la Asociación Nacional de Periódicos (ANJ), que reúne a casi 200 publicaciones de todo el país y ha sido el organismo más duro contra el polémico proyecto de ley sobre la prensa. De hecho, Lula tuvo que escuchar en silencio, antes de pronunciar su discurso, palabras duras contra una iniciativa que también ha originado críticas y preocupación en ambientes periodísticos internacionales.
El empresario de la comunicación Francisco Mesquita Neto, presidente del consejo editorial del diario O Estado de São Paulo y ex presidente de la ANJ, dijo que, a pesar de las garantías de la libertad de expresión conquistadas en la Constitución, "aún existen amenazas y violencia contra periodistas y periódicos", y citó concretamente el proyecto de ley para la creación del CFJ. Mesquita añadió: "Es imposible hablar al mismo tiempo de libertad de expresión y de reglamentar la profesión periodística". A su vez, Nelson Sirotsky, que preside la ANJ y el grupo de comunicación RBS, al que pertenece el diario Zero Hora, de Porto Alegre, afirmó rotundamente: "Nosotros somos responsable y democráticamente contrarios a la creación del CFJ".
La pregunta que ayer se hacía en algunos círculos periodísticos es si después del contundente discurso en el que Lula afirmaba que no va a permitir ningún tipo de censura a la prensa, él mismo retirará el proyecto presentado al Parlamento. Aunque es cierto que el presidente no nombró el polémico plan en su intervención, a partir de ahora será mucho más difícil defenderlo. Y ello también a pesar de que partidarios del proyecto del entorno del Gobierno mantienen que la iniciativa no partió de Lula, sino de la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj), compuesta, eso sí, por sindicalistas próximos al Partido de los Trabajadores (PT) que buena parte de la prensa no consideran representativos de la profesión.
Este diario preguntó a la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República, presidida por Ricardo Kotscho, si cabe esperar que el proyecto sea retirado del Parlamento tras el duro discurso de Lula. Favio Kerche, adjunto de Kotscho, respondió que "la posición del Gobierno sigue siendo la misma", ya expuesta en una carta pública firmada por Kotscho. En ella afirmaba que el proyecto será discutido por el Parlamento y allí podrá ser "aprobado, corregido y hasta rechazado", si así lo estiman conveniente los representantes de la sociedad.
En una reciente entrevista, Kotscho, que tiene en su haber 40 años de ejercicio de la profesión periodística, explicó que las palabras de Lula que tachaban a los periodistas contrarios al nuevo proyecto de ley de "banda de cobardes" se referían en realidad a aquellos profesionales que no tienen el coraje de enfrentarse a las empresas de periodismo para las que trabajan en su intento de imponerles lo que tienen que escribir.
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