Los sindicatos de Izar convocan tres días de huelga contra el plan de la SEPI

La segunda reunión entre la dirección de la SEPI y los sindicatos de Izar para acordar el futuro de la empresa terminó en fracaso. Tras cinco horas de reunión, las posturas siguen siendo rígidas por ambas partes y los sindicatos han convocado tres días de huelga (21, 28 y 30 de septiembre) en todos sus centros en defensa de los puestos de trabajo. El paro será de varias horas. Ambas partes se volverán a reunir el próximo día 23. José Luis Rodríguez Zapatero dio ayer su respaldo al plan diseñado por la SEPI, que prevé la segregación de los astilleros militares.

La reunión de ayer venía precedida de tres días de gran tensión política, que comenzaron el pasado domingo cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo en Bilbao que este Gobierno iba a resolver el problema de los astilleros públicos. En esta línea se había pronunciado el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, que está sufriendo una gran presión social en su comunidad autónoma. Parecía que el plan de la SEPI no era respaldado por el Gobierno, pero a lo largo del día de ayer tanto Rodríguez Zapatero como Pedro Solbes, ministro de Economía, cerraron filas en torno al dicho plan.

Los sindicatos acudieron a la reunión con alguna esperanza de que la SEPI moviera sus posiciones. Pero tras cinco horas de discusiones, los representantes de los trabajadores comparecieron ante la prensa para decir que las posiciones siguen muy distantes y que ellos no pueden aceptar la segregación de los astilleros militares, porque sería "como dar un cheque en blanco para que la SEPI luego resolviera a su modo el problema de los astilleros civiles".

Juntos a Bruselas

El secretario general de la metalurgia de CC OO, Felipe López, tras anunciar los tres días de huelga en todos los centros, dijo que, al menos, se había logrado el pequeño acuerdo con la SEPI de acudir juntos a una reunión con la Comisión Europea. En esta cita se intentará relajar el plazo de la notificación de la devolución de ayudas, para que no distorsione todo el proceso de discusión actual.

Carlos Romero, secretario general de metal de UGT, destacó que se niegan a la segregación de los astilleros militares, pero que propusieron ayer que en lugar de dar salida a cada astillero civil de forma separada, se unificaran todos en una sola sociedad que estuviera abierta a la entrada de capital privado.

Ambas partes se han comprometido en la próxima reunión del día 23 de septiembre a tratar monográficamente del Plan Industrial que la SEPI pondrá encima de la mesa y que es el complemento del documento de trabajo que hasta ahora ha sembrado la discordia. Este documento se basa en la segregación de los astilleros militares y en la entrada de capital privado en los civiles.

Enrique Martínez Robles, presidente de la SEPI, aseguró que el próximo día 23 presentará un plan industrial a los sindicatos. Martínez Robles no quiso valorar la convocatoria de nuevas movilizaciones y reconoció que los sindicatos presentaron una propuesta para aglutinar todos los astilleros civiles y darles una solución futura conjunta. En todo caso el responsable de la SEPI dijo que la solución de Izar debe producirse dentro del marco comunitario y que hay que actuar con rapidez, al menos en la segregación de los astilleros militares, porque la entrada de capital privado en los civiles puede hacerse en un plazo medio. Martínez Robles recalcó que el plan de la SEPI no prevé el cierre de ningún centro productivo y reiteró que ningún trabajador de Izar va a quedar abandonado a su suerte.

Antes de la negociación sindical, el futuro de Izar ya había sido el tema principal del Pleno del Congreso de ayer. Zapatero apoyó el plan de segregación de los astilleros militares de los civiles y la venta de activos al capital privado, zanjando así cualquier interpretación sobre sus palabras el pasado domingo en Bilbao. El presidente subrayó, no obstante, que el Gobierno se esforzará en "mantener la actividad de los astilleros y que ningún trabajador quede abandonado a su suerte".

El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, también habló del tema en el Parlamento y recordó que desde 1997 el Gobierno del PP hizo caso omiso de la prohibición de conceder ayudas del Gobierno a los astilleros públicos.

El presidente-portavoz de IU-IC, Gaspar Llamazares, reprochó la actitud del Ejecutivo y afirmó que "el Gobierno no puede comenzar su andadura poniéndose en contra de los trabajadores". El secretario general del CC OO, José María Fidalgo, sin nombrarlo directamente, recriminó ayer a Zapatero que haya generado "expectativas falsas o distintas en una mesa de negociación y en determinados ámbitos geográficos". El líder de UGT, Cándido Méndez, interpretó de forma diferente las palabras de Zapatero y cree que ha adquirido un compromiso "muy serio", aunque reconoció que ha habido "descoordinación" en las declaraciones del Gobierno.