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Reportaje:

Un riñón de oro

Un gaditano gana cuatro medallas en unos juegos europeos para trasplantados

José Manuel siempre quiso ser futbolista. Desde pequeño militó en los mejores conjuntos de la provincia de Cádiz. Cuando estaba a punto de fichar por el equipo filial del Sevilla, los médicos le comunicaron que su carrera futbolística había acabado: sus riñones no funcionaban. Su reacción fue fulminante: se desmayó. Con 20 años, sus ilusiones se habían roto.

Del balón y del césped pasó a las sesiones de diálisis. "Se me cayó el mundo encima. Era un joven cuya vida era el deporte y que el destino había dejado sin lo que más quería: ser futbolista de élite", recuerda José Manuel Rivero Montes de Oca (San Fernando, 29 años). No sospechaba que nueve años después obtendría cuatro medallas de oro en los Campeonatos de Europa de Atletismo de Trasplantados, celebrados hace dos semanas en Luviana (Eslovenia).

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Antes del quiebro que el destino le tenía preparado, José Manuel era delantero centro. "Era un goleador nato", asegura. Adoraba a Michael Laudrup y era un seguidor acérrimo del Barcelona. De hecho, siempre soñó con pisar el Camp Nou y a punto estuvo de conseguirlo cuando los técnicos del Sevilla le llamaron. Los reconocimientos previos a la firma le cambiaron la vida. Estuvo un año en el hospital hasta que llegó el día esperado. Los médicos le trasplantaron un riñón.

La operación, con todo, no fue fácil. Tras superar serias complicaciones y regresar a su casa, los médicos le rompieron de nuevo el sueño de volver a jugar al fútbol. "Me dijeron que cualquier golpe en el estómago o en la cintura podía entrañar mucho riesgo para mi salud", relata. Entonces se inclinó por el atletismo, donde no corre riesgos de balonazos o encontronazos con otros jugadores. Una doctora le habló de Mario Meléndez, presidente de la Organización Nacional de Trasplantes y principal precursor de los campeonatos deportivos para las personas que se habían sometido a este tipo de operaciones. "Al principio, era un poco escéptico, pero ahora soy feliz con lo que hago", detalla.

Desde que compite y gana, le gusta publicitar sus éxitos deportivos. "Pero no por vanidad, sino porque quiero que la gente que padezca mi misma situación sepa lo que he pasado para que no pierda la esperanza en tener una vida normal", afirma José Manuel, quien añade otra razón para dar a conocer su historia. "Quiero que mi ejemplo de lucha y superación sirva para que aumenten las donaciones. Es necesario que la gente se conciencie mediante historias con nombres y apellidos", añade este gaditano, quien no ahorra elogios para describir el papel que han jugado sus padres en esta travesía que ha recorrido. "Sin ellos, todo habría sido mucho más difícil", confiesa.

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Este gaditano de 1,74 metros de altura y 72 kilos de peso ha conseguido dedicarse al deporte de competición y, además, vivir también de la práctica deportiva. Las competiciones no le reportan ingresos (depende de las subvenciones públicas y de patrocinadores), pero sus éxitos le han permitido conseguir un trabajo como responsable de las instalaciones deportivas del Patronato municipal de Deportes de San Fernando.

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