Renegados de La Alpujarra

Han pasado 9 días desde que la alcaldesa de la Entidad Local Autónoma (ELA) de Balanegra, Mercedes Tapia, perteneciente al municipio de Berja, se encerrara en el Consistorio virgitano en reivindicación de una mayor partida presupuestaria para su pueblo. Este encierro tuvo un primer capítulo hace ahora tres años con su anterior alcalde, Miguel Peralta, también del PP. "Fue en la aprobación de los presupuestos de 2001. Pedí que se tuviera en cuenta a Balanegra. Pero a la hora de aprobarlos subieron sólo un par de millones de las antiguas pesetas. Me encerré porque vi que no había solución", cuenta Peralta. La acción del ex alcalde se prolongó sólo por unas horas. De madrugada depuso su actitud al conseguir el compromiso de abrir una negociación que las elecciones de 2003 dejaron empantanadas.

Balanegra cuenta con dos kilómetros de costa y 2.600 habitantes censados, aunque su población flotante ronda los 5.000. Berja, puerta de la Alpujarra almeriense está a 22 kilómetros de distancia de la entidad mientras El Ejido queda a 5 y Adra a 10. Berja tiene 11.600 habitantes. Los balanegrenses, con su alcaldesa a la cabeza, aseguran tributar a Berja 1,2 millones de euros en conceptos de impuestos directos como el IBI urbano y rústico, el impuesto de vehículos, la plusvalías, licencias de obras, tributos del Estado, fondos de nivelación y otras asignaciones. "Nosotros aportamos más de un millón de euros a Berja y ellos en el presupuesto nos asignan 240.000 euros. Hay unos 900.000 euros que no se reinvierten en nuestro municipio y esto es lo que ha motivado el encierro de Mercedes", explica el primer teniente de alcalde, Juan Carlos Martín. Para el alcalde de Berja, Serafín Robles (PSOE), las cuentas de los balanegrenses no son correctas. "Ellos utilizan parámetros erróneos. Utilizan censos de 2.600 habitantes cuando les conviene y de 5.000 cuando quieren. Lo que genera Balanegra hay que dividirlo en cuatro montantes: en sufragar sus competencias, en sufragar las nuestras, en la amortización de préstamos del Ayuntamiento de Berja y en los gastos generales. Eso ellos no lo admiten", explica Robles.

Entre las quejas más repetidas desde Balanegra resalta el deficitario servicio de la Policía Local, inexistente por la noche; el "nulo" mantenimiento de la playa o la paralización, desde 2001, de las obras de la Casa de la Cultura. Ellos salen beneficiados de esta situación y no les interesa la segregación", dice el ex alcalde Miguel Peralta.